La victoria más amplia de siempre en el Palau en un Clásico (67-90 en 1968) con Llull y Randolph descomunales
En doce días el Madrid ha pasado de ser víctima a verdugo y a lo bestia, sin piedad, con recochineo, porque puedo ser mayor la paliza.
De ser el convidado en la fiesta azulgrana en Liga a poner la música a todo trapo y dar lecciones de baile en la Euroliga.
De la peor actuación del año a la mejor de siempre.
Porque hasta hoy el Real Madrid solo había vencido una vez en la Euroliga en el Palau: con Messina en 2010.
Esta vez más que un triunfo fue una demostración de orgullo suprema.
Un golpe en la mesa colosal, un desquite en toda regla. La mayor victoria del Madrid en territorio comanche en toda la historia del Clásico. +39 (63-102).
Por encima del +23 de febrero de 1968 con Pedro Ferrándiz en el banco. Otra muesca en el revolver de Laso y sus chicos, otra línea con letras de oro en el libro de los récords.
Vimos otra actuación descomunal de Sergio Llull, pero no fue eso. Fue mucho más.
Un Madrid concentrado, durísimo de mente, ambicioso, con pegada y con duende. Randolph destrozó al adversario culé con tres tapones interestelares.
