Jordi Pujol Ferrusola, primogénito del líder, se jactó de haber comprado 5.000 pitos

El hijo mayor de Pujol pagó los silbatos para pitar al Rey en la final de Copa de 2009

El hijo del ex presidente de la Generalitat costeó además miles de pegatinas con la abreviatura CAT para tapar la letra E de las matrículas de coche

Mira la que he liado allá, ¿a qué no sabes quién ha pagado los 5.000 pitos que silbaron ayer al Rey y al himno en la final de Copa?

Jordi Pujol Ferrusola, el hijo mayor del honorable, pagó, según publica hoy un diario nacional, los pitos contra el Rey de España en la final de Copa de 2009.

En ese encuentro, el Barça -también conocido entonces como el ‘Pep Team’- aplastó al Athletic de Bilbao con un rotundo 4-1. Pero lo noticioso no fue sólo el resultado o loq ue ocurrió sobre el cesped, sino en las gradas, repletas de hinchas culés que silbaron al Rey de España y al Himno Nacional hasta hacerlo inaudible.

Así lo relata la ex novia de Jordi Pujol JR, quien cuenta cómo éste se jactó de haber comprado 5.000 pitos que sonaron en Valencia y afirmó:

«Mira la que he liado… ‘Mort al Borbó'».

La mañana del 14 de mayo de 2009, sólo un día después de que tuviese lugar la final de Copa del Rey en Mestalla, Pujol Ferrusola llamó a la que todavía era su pareja, María Victoria Álvarez, para jactarse de la pitada ocurrida en el estadio.

Según sus propias palabras -recogidas en El Mundo-, instantes después de que su novia descolgase el teléfono, él le decía:

«Mira la que he liado allá, ¿a qué no sabes quién ha pagado los 5.000 pitos que silbaron ayer al Rey y al himno en la final de Copa? […] Yo, yo, lo he pagado todo yo».

Matrículas de ‘CAT’

Victoria Álvarez, quien también denunció en la Unidad de Delincuencia Económica y Fiscal de la Policía (Udef ) y en la Audiencia Nacional las corruptelas de la familia Pujol Ferrusola, ha asegurado:

«Él y su familia pagan todos los actos para boicotear al Rey en Cataluña».

El hijo del ex presidente de la Generalitat costeó además miles de pegatinas con la abreviatura CAT para tapar la letra E de las matrículas de coche.

Según revela su ex pareja, las adquiere en Igualada, a 67 kilómetro de Barcelona.

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