El presidente del Barça dice que las críticas al juego blaugrana son de "gente que tiene ganas que el equipo no vaya bien"

Sámano sacude a Sandro Rosell en El País por quejica: «Olvida que la brillante herencia que ha recibido no se construyó con lloreras»

"Es innecesario que Rosell defienda a Rosell. No cuela, ni la pelota colará mejor"

Sámano sacude a Sandro Rosell en El País por quejica: "Olvida que la brillante herencia que ha recibido no se construyó con lloreras"
Sandro Rosell. EFE

Un maquillaje propio de otro siglo. Ya el nuñismo aireaba las conspiraciones en blanco y negro

El País sigue mirando con desdén a Sandro Rosell. Si hace escasas fechas se le atizaba al presidente del Barça desde la sección de Deportes del diario de Prisa a cuenta de la decisión de la Directiva que él preside de prohibir la entrada gratuita a los niños menores de siete años en el partido del Madrid–Ramón Besa (El País): «Parece que Rosell ha llegado de otro club por su falta de sentido común y su facilidad para complicarse la vida»–, ahora es Pepe Sámano quien le sacude por llorón y conspiranoico:

Cuando aún no se han apagado del todo los ecos de Mourinho y el pseudomadridismo, sostiene Sandro Rosell, presidente azulgrana, que las críticas al juego de su equipo obedecen a que «hay gente que tiene ganas de que el Barça no vaya bien». Un maquillaje propio de otro siglo. Ya el nuñismo aireaba las conspiraciones en blanco y negro.

Y es que el Barcelona del Tata Martino sigue sin jugar bien. Y mira con preocupación el estado de su máxima estrella, Leo Messi. Para Sámano, las victorias en Liga no lo son todo:

Olvida Rosell que la brillante herencia que ha recibido no se construyó con lloreras, sino con gente como Cruyff y Guardiola, revolucionarios sin complejos con lo ajeno. Con ellos, el Barça creció a partir del Barça. Y tuvo efecto externo. En paralelo, el Real Madrid se apartó del Real Madrid y poco a poco camufló sus males con un supuesto partidismo general en favor de su gran adversario.

Si el Madrid aún no se ha sacudido del todo la obsesión, con palabras como las de Rosell el Barça lleva camino de padecer similar trastorno. Aunque ganara la Liga, el equipo se dejó ir el curso anterior y hoy es un líder desteñido. El Barça era más que los resultados, por eso tuvo tan merecidos elogios. Ahora debería esponjar las críticas deportivas, sin camisetas.

Aunque el Madrid de Ancelotti sea un disparate en defensa y se desconecte de varios partidos cuando consigue una renta importante, sus partidos son para el jefe de Deportes de El País «atractivos», mientras que los del equipo azulgrana han perdido la gracia:

Pese a los fantasmas de Rosell, esta es la vida real de unos y otros, con la salvedad de que el Madrid, con sus virtudes y disparates, hace atractivos sus partidos, por imprevistos. Los del Barça, con contadas excepciones, ya no tienen gracia, la que ha perdido el propio Barça. Si el Madrid busca cómo resetearse por enésima vez con un nuevo proyecto, el Barça se resiste a renovarse.

Depositarios del gran botín económico del fútbol español, para Barça y Madrid la meta es Europa y la Liga un consuelo. Para ello, los dos necesitan una reflexión sin tapujos arbitrales u otras zarandajas. […] Es innecesario que Rosell defienda a Rosell. No cuela, ni la pelota colará mejor.

 

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Autor

Roberto Marbán Bermejo

Licenciado en Ciencias de la Información por la Universidad Complutense de Madrid y actualmente cursa el grado de Ciencias Políticas por la UNED, fichó en 2010 por Periodista Digital.

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