Es el Madrid de la infamia y de los millones
Fue tal desastre el protagonizado por el Madrid en Alemania que los blancos estuvieron a punto de dilapidar el cómodo 3-0 que consiguieron en la ida. Y ante semejante naufragio era de esperar que Julián Ruiz ajustase cuentas con los de Ancelotti. Comienza el afamado productor musical:
Fue un equipo anestesiado en formol, lento, sin garra ni personalidad, pusilánime, miedoso, atenazado por los nervios, paralizado.
Estoy casi seguro de que Ancelotti ni siquiera se estudió el partido de hace un año, cuando al Madrid le metieron cuatro en el mismo campo, con las colaboraciones de Pepe y Xabi Alonso. Fue el partido en que Mourinho se rindió ante los capitanes. Si me equivoco y Ancelotti, realmente, vio el partido de la infamia, significa que todavía es más torpe y nefasto de lo que imagino.
Uno de los que quedó marcado fue Illarramendi. El centrocampista vasco realizó una primera parte injustificable, asi que se quedó en el banquillo al descanso:
Una vez más, Klopp dictó atacar la línea de flotación de Alonso, de la salida del balón. Encima esta vez tenía un colaborador maravilloso, el inútil Illarra, del que hemos dicho que es imposible que pueda jugar en el Madrid una vez tras otra. Cuarenta millones tirados por un sumidero
Como no podía ser de otra manera, el bloguero de Elmundo.es pone fino a Benzemá, que en Dortmund volvió a realizar un mal partido:
Bale hizo un partido indolente, pero lo de Benzema es bochornoso. Me da asco su frialdad, su falta de compromiso, amén de desperdiciar un gol, como en su línea. ¿Cuantos partidos lleva sin marcar un gol? Morata ni cuenta nunca. Es de cárcel futbolística. Partido tras partido.
Alaba al técnico del Borussia, sacude a la plantilla madridista sin piedad y se acuerda de ‘The Special One’:
Klopp una vez más demostró como se juega ante un equipo muy superior, pero muy inferior en sentimientos, pegados sus jugadores a sus millones, jugadores mimados, multimillonarios, indolentes y sin orgullo ni para sudar una camiseta. Es el Madrid de la infamia y de los millones. Si este equipo gana la décima será, porque se han muerto todos los demás. Y, por cierto, un equipo de poca enjundia como el Chelsea, un equipo de Mourinho, por quinto año consecutivo, se mete en semifinales.