Esta temporada ha sido la más complicada de Leo Messi en el Barcelona. Sus líos con Hacienda, sus lesiones, los rumores sobre su estado de forma y el interés de muchos clubes o el fallecimiento de alguien tan cercano como Tito Vilanova son varios de los acontecimientos que han marcado negativamente la trayectoria del argentino.
Y, sobre todo, un cambio en el ambiente en Barcelona que ha llevado al de Rosario a tomar muy en serio la opción de abandonar el club blaugrana
En concreto, estaría pensando en dejar la ciudad condal con destino a Inglaterra. Según Vozpópuli, Messi habría puesto el ojo en la Premier como destino para el próximo año.
Y ya habría dado a conocer sus intenciones a su entorno y a Josep María Bartomeu, presidente culé.
No hay un solo motivo en su decisión, sino que son varias las razones por las que querría dejar Can Barça.
La llegada de Neymar ha podría ser una de las de más peso. Y por dos razones: la económica (es el jugador mejor pagado del equipo) y una más deportiva, que tendría que ver con que el argentino no se siente cómodo con Neymar en el campo. Su menor rendimiento este año podría responder a ello.
Pero hay más cosas. A Messi le han dolido mucho ciertos gestos por parte del club que, como que no se renovase a Pinto (muy buen amigo suyo en el vestuario) o las palabras de Javier Faus, vicepresidente económico, cuando dijo que no hacía falta revisar el contrato de Messi cuando se le había mejorado hacía seis meses.
Nunca al Real Madrid
Sin embargo, pese a su deseo de marcharse, Messi también tiene clara una cosa: no se irá al Real Madrid, a pesar de haber recibido varias ofertas por parte de Florentino.
El Barcelona tratará de hacer oídos sordos a las advertencias de Messi e intentará retener al argentino.
No lo tendrá fácil: las pretensiones del futbolista en el plano económico son muy elevadas (pide hasta 20 millones por temporada y quedarse con sus derechos de imagen), algo provocado en parte por la necesidad de pagar a Hacienda una cantidad que podría ser de 35 millones de euros.
El equipo blaugrana confía en que la elevada cláusula de rescisión del jugador (250 millones) y su ficha alejen a los pocos clubes con capacidad de afrontar su fichaje. Pero el argentino podría haber tomado una decisión, y el Barça deberá poner mucho de su parte para evitar la debacle.
