El portero y capitán madridista dice que el público "es soberano"

Iker Casillas se humilla ante los pitidos del Santiago Bernabéu: «Me siento culpable»

Ancelotti sale en defensa de Íker, pero la afición no perdona la inseguridad del guardameta blanco

«Yo estoy bien», dijo Iker Casillas, desmintiendo que atraviesa una época de melancolía.

«Evidentemente no me gusta perder ni encajar goles. Pero no estoy ni apenado ni triste por otros motivos. Lo que intento es hacer mi trabajo para ayudar al equipo y cuando las cosas no salen entiendo que mi nombre siempre salga a la luz. Lo entiendo porque yo sé que puedo dar más. Cuando de siete remates entre los tres palos me entran seis goles yo me siento culpable».

El Bernabéu le acababa de dedicar la pitada más generalizada desde que empezó a defender la portería local, hace 15 años.

Ambiente extraño en el templo del madridismo. Sin Mourinho y sin Diego López, los silbidos a Casillas, otrora mito nacional, dejaron un sabor amargo en el universo madridista.

El capitán cumple quince años como futbolista del Real Madrid y los pitos saben raros. Un sector de la afición le criticó por el primer gol del Atlético, el cuarto tanto de estrategia que los rojiblancos endosan a los blancos en los últimos tiempos.

Y fue Ancelotti, el hombre que le dejó en la suplencia la pasada temporada, quien mejor le defendió ante la marabunta. Pero el apoyo del técnico no ha salvado al guardameta. Hay división de posturas.

El entrenador afirma que el guardameta no es el máximo culpable en las acciones a balón parado que se rematan en el primer palo. Íker admite que es «responsable» junto a toda la defensa, pero no se siente culpable.

Pepe afirma, ante los silbidos, que «el público es soberano». Y el Madrid vive una situación atípica. Silbado en su propia casa, con la visita del Basilea a dos días vista, el equipo necesita una reacción en la Champions para superar este flojo inicio de temporada, con dos derrotas consecutivas.

«Debemos jugar con las líneas más juntas».

Pero las críticas se ceban con el capitán.

«Debemos mejorar, todo el equipo está molesto por lo sucedido», indica Casillas, que no hace dramas de estas dos derrotas seguidas en Liga. Hace unos días era elogiado por su actuación con España.

Ahora vuelve a estar señalado. Soporta una tensión que nació hace año y medio. Ahora, esa tensión, excesiva, vuelve a renacer. Que pronto se olvidan los éxitos.

 

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