La grada del Frente Atlético y el resto del Calderón cruzan reproches en medio de silbidos hacia los ultras

La grada que ocupa habitualmente el Frente Atlético ha cruzado reproches con un amplio sector de los aficionados que han acudido este domingo al estadio Vicente Calderón en el partido de Liga que ha enfrentado al Atlético de Madrid con el Villareal, con victoria 0-1 de los visitantes.

En una jornada con fuertes medidas de seguridad y en la que se ‘ha borrado’ tanto en la previa como en la grada cualquier simbología del Frente Atlético, los aficionados que han ocupado la grada del fondo sur que venía ocupando esta peña ultra han visto cómo un amplio sector del Calderón pitaba algunos de sus tímidos cánticos.

En medio de un silencio premeditado, en el minuto 10 se ha oído desde el sector de los ultras uno de los pocos cánticos. «Si no me quieres, no cantes mis canciones», decían los ultras. La respuesta ha sido una pitada sonora, a lo que los ultras han respondido aplaudiendo cada vez que el árbitro tomaba alguna decisión en contra de los intereses del Atlético de Madrid.

Las desaprobaciones aumentaron cuando, finalizando la segunda parte, el Villarreal anotó el único gol del partido. En ese momento, los aficionados situados en la grada baja del fondo sur comenzaron a realizar gestos de desaprobación al resto del estadio, algo que fue tomado por una parte de los presentes como una forma de ‘venderse’ al máximo rival, el Real Madrid. «Vikingos no, vikingos no», se coreó señalando al Frente.

Los ultras presentes en el Manzanares respondieron rompiendo de nuevo su silencio: «Atleti somos nosotros, Atleti somos nosotros». Con esta división en las gradas, el partido llegó a su fin.

MEDIDAS DE SEGURIDAD EN LA PREVIA

El refuerzo de las medidas de seguridad en los alrededores del estadio Vicente Calderón, especialmente por el perímetro adicional alrededor del fondo sur, ‘ha borrado’ este domingo a los ultras del Frente Atlético en el partido liguero entre el Atlético de Madrid y el Villarreal.

El de este domingo ha sido el primer partido de la competición nacional tras los sucesos del pasado 30 de noviembre en la previa del Atlético-Deportivo, en el que falleció un hincha del club gallego en una batalla campal entre miembros del Frente Atlético y los Riazor Blues. Con este antecedente, la Liga de Fútbol Profesional declaró el choque como de alto riesgo.

Por este motivo, se ha notado la mayor presencia de miembros del Cuerpo Nacional de Policía, así como personal de seguridad privada contratado por el Atlético de Madrid. Notable ha sido, en concreto, las medidas de seguridad extras en los accesos al fondo sur, lugar que ocupan los ultras del Frente Atlético.

En esta zona se ha establecido un perímetro de vallas con un control previo al habitual de los tornos en las puertas del Vicente Calderón. De esta forma, metros antes de llegar a los accesos al Manzanares, los seguidores tenían que mostrar su carné y el DNI que lo acreditara como socio del club. Se trata de una medida implantada por el club hace años, aunque hasta este domingo se podía acceder al estadio con cualquier tipo de acreditación, lo que habría la posibilidad de que fuera falsificada.

Un miembro de la seguridad del club ha explicado a Europa Press que con este control extra se impedía el acceso al Calderón con cualquier simbología del Frente Atlético como bufandas, banderas o sudaderas, además de imposibilitar la entrada de banderas, tambores o megáfonos.

Asimismo, la habitual tienda del Frente en uno de los bares aledaños al estadio permanecía cerrada en la previa del choque liguero contra el Villarreal, el primero después de que el club anunciara su decisión de expulsar a esta peña ultra. Tampoco se apreciaban banderas con simbología de los hinchas más radicales en los puestos que se sitúan en los aledaños al Calderón.

Algunos vendedores alegaban que nunca habían tenido banderas del Frente Atlético. Otros, directamente, reconocían que habían decidido no vender más artículos de los ultras colchoneros. «Las que teníamos las hemos dejado en casa, ya las tiraremos o no sé qué haremos con ellas, pero no las hemos traído. No ha hecho falta que nadie nos diga nada, no nos merecía la pena», ha declarado a Europa Press una tendera que regenta un puesto en el Paseo de los Melancólicos.

En todas las puertas de acceso al Vicente Calderón se han colgado las normas, con el sello del club, que ha impuesto el Atlético de Madrid para reforzar la seguridad al amparo de la Ley del Deporte. Entre los aficionados había división de opiniones, entre algunos reproches a los muchos periodistas que había en la zona –«manipuladores, ¿este es el único problema que hay en España?»– y quienes aprobaban las medidas: «Así tendría que ser todos los días», comentaban algunos.

SIN PANCARTA DETRAS DE LA PORTERIA

Entre algunos comentarios irónicos referentes a si durante el partido se podían hacer o no determinados comentarios, los aficionados colchoneros han accedido al estadio para presenciar el Atlético-Villarreal, no sin tener antes que someterse a numerosos cacheos, abriéndose los abrigos, desplegando las bufandas anudadas al cuello o incluso mostrando el interior de los paquetes de tabaco.

Ya dentro del Calderón, en los vomitorios por los que acceden habitualmente los miembros más radicales donde tradicionalmente había pintadas del Frente Atlético este domingo las paredes aparecían pintadas, borrando el rastro de esta peña también en los pasillos interiores.

En la parte baja de la grada del fondo sur, una línea de miembros de la seguridad privada ocupaban los asientos más cercanos al terreno de juego. Además, por primera vez, no se había colgado la pancarta identificativa de los ultras, en la que hasta este domingo se podía leer: «Frente Atlético, ultras Atlético de Madrid 1982».

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