Se refugió en la directiva, ese grupo de sabandeños que ocupó las dos primeras filas de la sala de prensa
A cuenta del despido de Carlo Ancelotti, escribe Alfredo Relaño en AS este martes 26 de mayo de 2015 sobre la rueda de prensa en la que Florentino Pérez comunicó que el entrenador italiano no continuaba al frente del Madrid–La última ventolera de Florentino Pérez–:
En el ambiente entre ridículo y fúnebre del acto eché en falta que saliera la pregunta de si piensa colocar a alguien como director deportivo. No lo reprocho. El acto era tan tonto en sí que cada cual bastante hizo con sufrir la vergüenza ajena que producía.
Y sacude al máximo mandatario blanco, con el que es muy crítico desde tiempos inmemoriables el director del diario deportivo de Prisa:
Casi daba lástima ver a esa criatura confundida y sin salidas. Pero por ahí debería empezar todo: por un director deportivo que diseñara una plantilla con rigor, sin caprichos de diletante. Pero Florentino quiere el juguete para él, aunque a veces le dé calambre por no saberlo usar. En ese caso, la culpa siempre es de otro, del que está más cerca. Ahora le ha tocado a Ancelotti.
Continúa Relaño:
Se refugió, sí, en la directiva, ese grupo de sabandeños que ocupó las dos primeras filas de la sala de prensa, como parapeto psicológico para ese hombre visiblemente nervioso, que compareció con un tono muy menor frente a lo que nos tiene acostumbrados. Nos dijo que quiere mucho a Ancelotti, pero que le despide
Y recoge la pregunta de Eleonora Giovio en la que se pedían las razones para tomar esa decisión, cuya respuesta es precisamente el tema de portada del As:
Se lo preguntó bien claro Eleonora Giovio, de El País: ¿Qué razones hay para que no siga Ancelotti? Y Florentino contestó con desnuda sencillez: «…pues no lo sé». Luego desgranó eso de la presión y la exigencia del Madrid, cosa que con él no va, por cierto. Doce cursos ha cumplido como presidente y en ellos ha ganado tres Ligas (las dos primeras en los tres primeros años, con Del Bosque) y dos Champions, la primera aún con Del Bosque, la segunda y última hace un año y dos días, con este hombre al que despidió ayer.