La polémica pitada al Himno Nacional sigue haciendo ruido. Y, ante la lentitud y la inoperancia de las instituciones para sancionar estos hechos -que ya han ocurrido en repetidas ocasiones-, hay quienes quieren dar un castigo severo a ambos equipos.
A través de la plataforma de peticiones Change.org, un valenciano, Sergio Martí, ha iniciado la recogida de firmas.
En tan sólo cuatro días, y hasta este jueves a primera hora, más de 47.674 firmantes habían apoyado la petición de expulsar al F.C. Barcelona y al Athetic de Bilbao de la Copa del Rey, que sube como la espuma.
Se dirigen a la Real Federación Española de Fútbol «ante la continua falta de respeto mostrada por estos dos equipos».
Esta iniciativa defiende que se trata de un evento deportivo «y no la plataforma de determinados partidos políticos o grupos independentistas para la propagación de su política endofóbica que sólo busca la sedición de España», aseguran en la exposición de motivos.
En 2012 la final la retransmitió TVE y aquel año, al igual que éste, se enfrentaban el Athletic de Bilbao y el Barcelona y también hubo pitada, pero las críticas le llovieron a la cadena pública por dejar que sonara el himno por encima del sonido ambiente. Un año después también hubo una tremenda pitada en la final de la Copa del Rey, aunque no en la de fútbol, sino en la de baloncesto, y los protagonistas eran Barça y Valencia Basket.
En esta ocasión, la Comisión Estatal contra la Violencia, el Racismo, la Xenofobia y la Intolerancia en el Deporte se reunió el lunes para ver qué medidas tomar. Y finalmente decidió remitir a la Fiscalía General del Estado toda la documentación e informaciones policiales para evaluar la trascendencia penal de algunos de los hechos acaecidos.
Además, les concedía cinco días de plazo a la Real Federación Española de Fútbol, al Athletic Club y al Fútbol Club Barcelona, para que decidan qué medios pondrán para evitar la pitada al Himno. Y solicitaban a los responsables de Seguridad de la Generalitat de Catalunya las actas del coordinador de seguridad responsable del encuentro.
Y en medio de este ambiente tan caldeado continúan las declaraciones de algunos de los protagonistas de aquella noche de sábado. El mismo capitán del club blaugrana, Xavi Hernández, declaró este martes que «se tendría que valorar el porqué de los pitos y no sancionarlos», porque «estamos en democracia».
El presidente de la Generalitat, Artur Mas, ya señaló el domingo que consideraba «ridículo» que el Gobierno anunciase la convocatoria de la Comisión antiviolencia. Mientras que el lendakari, Íñigo Urkullu, apostó por iniciar una reflexión sobre el «respeto hacia las instituciones» sobre la polémica por la pitada.
Desde el PP, el portavoz del Grupo Popular en el Congreso, Rafael Hernando, tachó este martes de «energúmenos» y «enfermos» a los que pitan el himno, que recordó que no fueron todos los presentes en el estadio, pero que «perpetraron un grave caso de intolerancia»
