El defensa central del FC Barcelona, Gerard Piqué, fue uno de los grandes protagonistas del encuentro que su equipo disputó frente al Sevilla en el estadio Ramón Sánchez Pizjuán de la localidad hispalense.
La afición presente en las gradas del coliseo sevillista se unió a la reciente polémica con la selección española y dedicó sonoras pitadas a Piqué en todas y cada una de sus intervenciones, con una intensidad mucho más elevada a la sufrida por cualquiera de sus compañeros.
Y es que Piqué se ha ganado la animadversión del fútbol nacional y es incluso recriminado cuando viste la camiseta del combinado nacional. No obstante, pocas veces en la Liga se había visto un recibimiento tan hostil hacia él.
Semanas atrás, el zaguero tuvo que salir al paso de dichas protestas y exponer en una entrevista su punto de vista, al respecto de quienes argumentaban para pitarle motivos políticos como sus manifestaciones favorables a la celebración de un posible referéndum de independencia en Cataluña.
Ahora, la pitada sufrida en Sevilla reabre la herida apenas una semana antes de que la selección vuelva a jugar en casa con el próximo partido como local que tendrá lugar el viernes en Logroño ante Luxemburgo.