Zidane tendrá que jugarse el primer título, la Supercopa, sin dos de sus jugadores más decisivos la campaña pasada, Keylor y Cristiano (Pep Guardiola está empeñado en convertirse en el gran enemigo del Real Madrid).
Pero, como subraya Carlos Forjanes en ‘AS‘ este 25 de julio de 2016, no tiene dudas sobre los recambios: tirará de Casilla y Morata.
El técnico galo ya está trabajando con ellos en Montreal en ambos lados del campo. Luis Llopis, preparador de porteros, tiene la orden de tener engrasado al guardameta catalán para el 9 de agosto y una vez que acaba con la rutina individual de Keylor, muy cuidadosa para no hacer peligrar el tendón de Aquiles operado, se lanza a ‘exprimir’ a Casilla.
El segundo guardameta es más voluminoso que Keylor y aunque en las primeras sesiones sufrió con el ritmo marcial que impuso Antonio Pintus, se le ve entonado. Sabe lo que se juega: con el tico inamovible y a punto de firmar una renovación, es su gran oportunidad de alzar un trofeo como titular.
Arriba, en el ataque, es el propio Zidane el que analiza a Morata. Y no oculta sus cartas. Ayer ensayó con el internacional español al lado de Benzema, juntos en la punta, contra una defensa formada por Marcelo, Lienhart, Tejero y Carvajal. Morata, que empezó la sesión aparte (también se entrenó a menor ritmo en la tarde del sábado), se mostró muy incisivo cuando el balón echó a rodar.
Y está integrado. Es como si no se hubiera ido y bromea continuamente con Isco, Nacho y los demás de la Selección… Un factor importante ya que hasta que la BBC esté al completo y Zidane tenga que definir más los papeles, Morata será protagonista en el ataque blanco. Primero en los amistosos contra PSG, Chelsea y Bayern, y más tarde el 9-A frente al Sevilla…