En las últimas siete temporadas jugó 37.964 minutos a una media de 5.423 por curso, lo que equivale a más de 60 partidos
Leo Messi cogió anoche un avión de vuelta en Buenos Aires entre murmullos de inquietud en Barcelona.
Esa frase, «me duele mucho el pubis», que pronunció en Mendoza nada más terminar el partido ante Uruguay, obligará a los servicios médicos del Barcelona a realizarle nuevas pruebas.
Las mismas desvelarán exactamente hasta dónde llegan esos problemas en la zona que le merman en los últimos partidos donde no es extraño ver a Messi caminar en algunos pasajes.
El dolor en el pubis, un infierno para los futbolistas, obliga a estar alerta cuando se manifiesta ya que en multitud de ocasiones deriva en una osteopatía que acaba en el quirófano.
Esa es la palabra y el fantasma que recorre estos días Barcelona después de que haya sido el mismo Messi el que haya admitido el problema por más que en Argentina se esfuercen en explicar que el cinco veces Balón de Oro vuelve a la Ciudad Condal en el mismo estado en el que voló.