Los locales necesitaban un milagro. Y lo encontraron en El Zhar. El extremo hizo recular el solito a la defensa gallega con sus embestidas. Sus diagonales. Sus diabluras
El Leganés rompió una racha de once partidos consecutivos sin vencer con su mayor goleada desde que es equipo de Primera.
Un triunfo sólido, este 25 de febrero de 2017, ante un rival directo que deja tocado de muerte a Gaika Garitano. Salvo sorpresa, el preparador del Depor será cesado después de este marcador contundente y, sobre todo, tras una imagen paupérrima.
Su equipo fue un guiñapo en manos de un Lega desatado y se acerca al descenso. Mal panorama con un dato preocupante: siempre que los de Riazor llegaron a la 23ª con los 19 puntos que tiene ahora, acabaron descendiendo.
Y todo en una tarde de recital madrileño que ya se olía en los prolegómenos.
Quizá fuera cosa del sol. Un ligero calorcillo primaveral calentaba Butarque.
No parecía febrero. Parecía septiembre, cuando los pepineros, aún debutantes en Primera, hicieron del estadio un recinto borboteante de ilusión.
La tarde pintaba de blanquiazul pepinero. La realidad se empeñó en desmentir el pálpito.
