El que mas suena es Iñaki Urdangarin, pero no es el único 'juguete roto' de aquel evento glorioso

La ‘cara B’ de los medallistas españoles de Barcelona 92: suicidio, abusos sexuales, drogas y escándalos

Arantxa Sánchez Vicario o Daniel Plaza, los nombres más representativos

La 'cara B' de los medallistas españoles de Barcelona 92: suicidio, abusos sexuales, drogas y escándalos
rantxa Sánchez Vicario, Carolina Pascual y Jesús Rollán. B92

La heróica selección de waterpolo acabó hecha pedazos

Los Juegos Olímpicos de Barcelona 92 cumplen 25 años y estos días se suceden múltiples homenajes a sus protagonistas.

Fue el acontecimiento que supuso la gran explosión del deporte español, con unas cifras de medallas (22, de las cuales 13 fueron de oro) hasta entonces inéditas. Sin embargo, no todo fue tan idílico en aquella historia.

Un cuarto de siglo después, como recoge José Luis Escudero este 25 de julio de 2017 en ‘El Economista’, se han sucedido los casos de ‘juguetes rotos’ entre los deportistas españoles que consiguieron éxitos en aquella cita olímpica.

Desde las desgracias personales hasta las historias de escándalos de quienes se metieron en política, muchos han sido los que han acabado viviendo momentos grises, en contraste con aquellos días en los que alcanzaron la cima en sus respectivas disciplinas en la Ciudad Condal.

Problemas con las drogas: el drama de Jesús Rollán

El caso más emblemático es el de aquella selección de waterpolo que se hizo con la medalla de plata al perder en la prórroga una épica final ante Italia. La mejor generación española del deporte acuático cosechó numerosos éxitos en la pileta, que contrastaron con las desventuras de sus protagonistas fuera de ella.

Las salidas nocturnas, los excesos y las drogas marcaron la vida de varios de los integrantes de esta selección, que ya incluso antes del torneo vivieron serias incidencias, como el hecho de que el actual presentador televisivo Pedro García Aguado fuese apartado a última hora de la lista para el torneo por su indisciplina.

Algunos de aquellos jugadores consiguieron enderezar su camino, pero otros de los más emblemáticos continuaron metidos en una espiral de autodestrucción, siendo el caso más claro el del portero Jesús Rollán, que en el año 2006 acabó quitándose la vida al tirarse desde la ventana de un centro en el que trataba sus adicciones. Es la cara más oscura de estos exitosos deportistas, y símbolo ya de las dificultades de la integración en la vida normal una vez acaban los años de competición.

Éxito adolescente: abusos, trastornos de alimentación…

También inmerso en excesos de drogas se vio el púgil Faustino Reyes, que a sus 17 años, siendo prácticamente un desconocido para el gran público y protagonizando una notable sorpresa, consiguió la medalla de plata en peso pluma.

Pocos años más duraría su carrera, lastrada por el abuso de sustancias estupefacientes. Su entrenador le dejaría más tarde tras descubrirle ‘in fraganti’ en un barrio marginal de Almería, y este hecho acabaría suponiendo su imposibilidad de acudir a la siguiente cita olímpica en Atlanta, y en la práctica su adiós al deporte del ring. «Llegué a gastarme 40 millones de pesetas en un año y medio por culpa de la droga», llegó a admitir años más tarde, reconociendo el motivo que le llevó al ocaso deportivo.

Muy diferente es el caso de la gimnasta Carolina Pascual, que con 16 años consiguió otra plata en el concurso individual de gimnasia rítmica. En los últimos años, la alicantina ha confesado las penurias que le supuso el ritmo del deporte de alta competición a tan corta edad.

«He cogido hasta comida de la basura o un trozo de pan en el suelo», llegó a confesar, al relatar las restricciones alimenticias a las que fue sometida, admitiendo que se retiró apenas un año después de su medalla por un serio problema de salud y reconociendo que desde entonces ha tenido serios problemas económicos para salir adelante.

Otra historia turbulenta fue la del decatleta Antonio Peñalver, que se hizo en el Estadio de Montjuic con la presea de plata en una prueba combinada históricamente poco proclive a los éxitos españoles.

Recientemente, Peñalver relató una historia hasta entonces desconocida en torno a los abusos sexuales sufridos desde los 14 años por parte de su entrenador y artífice de sus éxitos deportivos, Miguel Ángel Millán, quien hace apenas unos meses fue condenado a prisión por estos reiterados abusos.

Los que acabaron en líos relacionados con la política

Uno de los casos más llamativos es el del atleta Daniel Plaza, que conquistó el oro en la competición de 20 kilómetros marcha convirtiéndose en el primer español de toda la historia olímpica en hacer sonar la Marcha Real en una prueba de atletismo, apenas unos días antes de que lo hiciera Fermín Cacho en el 1.500.

Al finalizar su carrera deportiva, Plaza se metió en política, y en 2007 fue elegido concejal en el municipio de Torrevieja formando parte de las listas del Partido Popular. Como edil, la población alicantina reconoce el impulso que dio al deporte municipal, pero su periplo acabó salpicado por un escándalo, al ser atribuidas a su teléfono móvil oficial una serie de llamadas a prostitutas con coste para las arcas públicas, caso que él siempre negó pero que acabó llevándole a presentar su dimisión.

En el otro extremo, el que más criticó el trato recibido por los deportistas desde los representantes públicos a la conclusión del éxito olímpico fue el ciclista José Manuel Moreno, que ganó un oro en la pista del velódromo barcelonés, y que años después, y a pesar de haber encauzado su carrera en el sector empresarial, lamentó que en España «no se reconoce nada» el esfuerzo del deportista, acusando a políticos y empresarios de «promesas incumplidas».

Moreno aseguró que «si en vez de ser español fuese americano o australiano estaríamos hablando de un tratamiento totalmente distinto» debido a las «puertas cerradas» que se encontró, y que afortunadamente en su caso supo sortear.

Mala gestión del patrimonio y escándalos económicos

Una de las más conocidas y exitosas en su carrera deportiva fue la tenista Arantxa Sánchez Vicario, doble medallista en Barcelona con su bronce en el torneo individual y plata en dobles formando pareja con Conchita Martínez.

Ya durante su trayectoria tenística, Arantxa protagonizó varias polémicas económicas al trasladar su residencia oficial a Andorra por una cuestión fiscal, pero no fue hasta su retirada cuando Hacienda investigaría realmente su caso, llegando a reclamarle millonarias cantidades, que en muchos casos ya había perdido debido a una serie de inversiones fraudulentas, generándole así una comprometida situación financiera.

Por último, y aunque no alcanzase medalla olímpica, hay que resaltar el caso del capitán de la selección masculina de balonmano, Iñaki Urdangarin. Aquel equipo cosechó un meritorio quinto puesto en aquellos Juegos con el emblema barcelonista como estandarte, y precisamente la siguiente cita olímpica en Atlanta marcaría su vida personal, con las primeras imágenes públicas junto a la que acabaría siendo su pareja, la Infanta Cristina.

Urdangarin se acabaría convirtiendo en el Duque de Palma y sus influencias debido a esta distinción le llevarían a protagonizar distintas irregularidades en lo que vino a conocerse como ‘caso Nóos’.

En 2011, el ya exbalonmanista fue apartado de todos los actos relacionados con la Casa Real y el año siguiente fue imputado por malversación, estafa, fraude a la Administración, prevaricación, falsedad, dos delitos contra la Hacienda Pública y blanqueo de capitales. Hace apenas unos meses, la Audiencia Provincial de Palma dictó sentencia condenándole a más de seis años de cárcel, inhabilitándole e imponiéndole una fuerte multa económica, confirmando esta especie de ‘maldición’ de los grandes protagonistas de la cita más representativa de toda la historia del deporte español.

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