El fútbol ya no es lo que era

El fútbol ya no es lo que era
Neymar DB

Odio eterno eterno al fútbol moderno. Esta máxima es la que claman actualmente muchos seguidores del deporte rey y que incluso ha dado rienda suelta para crear canciones como esta en la que se añora el pasado del balompié europeo. Y es que al fútbol hoy en día no lo reconoce ni su madre, especialmente desde que el dinero de los patrocinadores y los petrodólares empezaron a inundar los clubes del viejo continente.

Desde entonces, según muchos aficionados, el fútbol ha trascendido más allá del terreno de juego y lo que pasa en los 90 minutos de partido ha perdido importancia. Esto es consecuencia de la comercialización ascendente de este deporte en la que los jugadores estrella toman más relevancia que los propios equipos y se convierten en un producto de marketing en sí mismo.

No hay más que ver las secciones de deportes de los telediarios o entrar en cualquier diario deportivo para observar que cada vez se presta más atención a lo que pasa entre bambalinas, a los dimes y diretes; y como los periodistas nos entrometemos en la vida íntima de los jugadores con mayor asiduidad, ascendiendo un simple tweet a la categoría de primicia mundial.

Neymar: ¿Batiendo récords?
Prueba de ello son los culebrones nuestros de cada día, que a falta de competiciones domésticas y campeonatos entre selecciones nacionales, alimentan los noticiarios con jugosos rumores que anuncian altas traiciones de jugadores insignia de tal o cual equipo. Y este verano, no iba a ser menos, ya que el gran culebrón que no parecía tener fin ha sido protagonizado por Neymar y el PSG.

Ya se sabe cómo es la historia, el Barcelona, antiguo club de Neymar, juró y perjuró que el paulista no saldría de ‘Can Barça’, porque él era feliz allí. Mientras, el afectado guardaba silencio. Y como todos saben, el inesperado desenlace fue el abono de la cláusula de rescisión por parte del club parisino para llevarse al crack brasileño, que se dejó seducir por el proyecto de Nasser Al-Khelaïfi y sus petrodólares.

Este fichaje ha batido todos los récords, y ha sido el más caro de la historia al alcanzar los 222 millones de euros poniendo al PSG en el ojo de mira de la UEFA por incumplir el «fair play» financiero. Sin embargo, esta cifra no parece escandalosa, si tomamos los datos suministrados por el portal Interwetten, ya que no representaría el mayor fichaje de la historia en términos monetarios, quedándose relegado a una más que digna cuarta posición.

Tal como indican desde la casa de apuestas: «Los analistas de Interwetten han valorado todos los traspasos a partir de la temporada 2000 con un algoritmo, teniendo en cuenta los aumentos de valor de mercado, efectos de divisas e inflaciones». Así pues, con el efecto corrector, el traspaso más caro sería el del jugador francés Zinédine Zidane de la Juventus al Real Madrid por la friolera de 314,78 millones de euros. Se puede decir que lo siguen rentabilizando hoy en día como entrenador, porque el francés sigue muy vinculado a la casa blanca desde su retirada como jugador en activo.

En segundo lugar, se encuentra una de las traiciones más grandes que se recuerdan en el club culé, el traspaso de Luis Figo al club blanco, que si bien se cifró en 60 millones de euros de los de entonces, hoy en día la operación tendría un valor de 251,26 millones de euros. Por último, otro culebrón que dio mucho de qué hablar fue el traspaso de Ronaldo Nazario del Inter al Real Madrid, el cual cierra este podio de los fichajes más caros aplicando el algoritmo corrector. El club merengue pagó 45 millones de euros, 225,12 millones de euros si la compra se hubiera realizado en 2017.

Un deporte cada vez más internacional
Estos cambios tan abruptos de valoración tienen que ver con la mayor mercantilización del deporte rey, de la que se hablaba al principio del texto, vía ingresos por televisión y publicidad. El futbol europeo también se ha exportado a otras latitudes del planeta lo que también ha inflado los ingresos de los clubes, especialmente de los más grandes. Estos hechos han contribuido a que los jugadores aumenten su valor por encima de la inflación.

Tomando como ejemplo la liga española, se observa que los ingresos totales de los equipos que compiten en la liga de nuestro país se han catapultado de los 2.097 millones de euros en 2011 a los 3.327 millones de la temporada pasada. Especialmente ha crecido el apartado de retransmisiones que se ha doblado en estas 6 temporadas pasando de 728,7 millones de euros a 1.400 millones.

El futbol moderno, además de más mercantilizado también es más global, plural e inclusivo. Sirve de nexo entre culturas y es una excusa perfecta para romper el hielo con cualquier persona de cualquier parte del planeta, ya que es el deporte más popular. Algunos serán los que proclamen odio eterno al fútbol moderno, pero por el contrario, son muchísimos más, y desde todos los rincones del mundo, los que juran amor eterno al futbol moderno.

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