Lo de arrojar cosas de todo tipo a los jugadores del equipo rival es un hábito muy feo, pero arraigado en algunos aficionados al fútbol. Lo que no es habitual es que el jugador «atacado» reaccione como lo ha hecho el delantero Sebastian Giovinco.
El jugador italiano, ahora en el Toronto, acude a la banda para celebrar el gol de su compañero Jozy Altidore cuando alguien desde la grada lanza un vaso al jugador. Lo que hace Giovinco entonces es… beberse el contenido, según recoge ElHuffPost.