Tampoco estaría dispuesto Zidane a pasar el trago de echar a alguno de sus jugadores
La crisis del Real Madrid gira en torno a la persona de Zinedine Zidane. Muchos son los posibles protagonistas de este profundo bache de resultados, pero la mayoría de críticas se centran en su persona.
Los números dicen que, en condiciones normales, estaría ya cesado. Pero Zidane es Zidane. Súmenle sus títulos. Le sobra margen de confianza… por ahora. En las oficinas del Bernabéu ya se desliza sustituto ante lo que, hasta ahora, parecía que sería una decisión que tomaría el club. Pero ahora las tornas han cambiado.
En el Real Madrid empiezan a pensar que será él, Zidane, quien decida dejar el club al final de temporada.
Lo cuenta el diario Marca. Asegura este rotativo que en la Castellana empiezan a ver al entrenador agotado. Cansado de todo lo que está soportando en los últimos tiempos. De tanta crítica. De tanta presión mediática.
Él la conocía. La vivió en su época como jugador. Y entonces, también dejó el club (y el fútbol) antes de tiempo. Le restaba aún un año de contrato, pero en 2006 decidió que lo mejor era colgar las botas porque aquello no era para él.
Con el puesto de entrenador del Real Madrid le podría pasar lo mismo con el añadido de que su cuenta de títulos está repleta. Sólo le falta la Copa (y en esta competición sigue vivo), pero con dos Champions, una Liga, dos supercopas de Europa, dos mundiales y una supercopa de España, se podría decir que está más que bien saciado.
Además, cuenta Marca, creen en el Real Madrid que Zidane no querrá atreverse a afrontar la difícil reconstrucción que tendrá por delante el verano que viene. En el club están decididos a tomar decisiones drásticas en forma de ventas de jugadores relevantes. Hay fuentes que apuntan que incluso la BBC será desmantelada al completo.
Zidane mantiene con muchos de estos jugadores un vínculo especial. Muy especial. Tanto, que para él sería casi imposible decirles adiós. Abrirles las puertas en contra de la voluntad de esos futbolistas. Algo parecido le sucedió a Guardiola en 2013, cuando abandonó el Barça.
Ingredientes que hacen meditar en el recambio de banquillo. En todo caso, en el club y su zona noble ya manejan un nombre como máximo candidato. Es Mauricio Pochettino, técnico del Tottenham al que también se le podría unir Joachim Löw como posible sustituto.
