Vinícius Júnior fue uno de los puntos altos del Flamengo en el triunfo ante el Botafogo por 3 a 1 del último fin de semana y sólo necesitó 15 minutos para destacarse en el clásico.
El joven de 17 años entró en el segundo tiempo cuando su equipo se imponía 2 a 1 y sufría las embestidas del rival que buscaba el empate. En el tiempo adicionado capturó la pelota en el sector izquierdo del ataque, se metió al área y desenfundó un derechazo que se colgó en el ángulo del palo más lejano.
Tras el tanto, Vinícius Júnior se llevó las manos a los ojos e hizo el gesto de llanto, en señal a las quejas de los futbolistas del Botafogo. Esto desató la ira de varios jugadores del equipo contrario que fueron a reclamarle su actitud, pero el joven ignoró sus protestas. El árbitro decidió amonestarlo.
Fuente: Infobae