Toda precaución es poca y en estos asuntos es mejor ir un paso más allá, por si acaso, que quedarse corto.
El pasado domingo, 19 de febrero de 2018, el avión privado en el que viajaba la familia de Pep Guardiola desde Manchester hasta Barcelona fue registrado por la Guardia Civil, por si en el interior del aparato se encontrase el fugado expresident de la Generalitat Carles Puigdemont.
Según revela el periodista Lu Martín, cercano al entorno del entrenador catalán, en la web Alacontra.es, en el aparato viajaba la mujer de Guardiola, Cristina, junto a su hermano Joan, los tres hijos del exentrenador del Barça y uno de sus sobrinos, hijo de Joan.
Al llegar al aeropuerto de Barcelona, los ocupantes del aparato se bajaron y se toparon, por sorpresa, con un vehículo de la Guardia Civil que preguntó educadamente por el número de personas que iban a bordo.
La mujer de Guardiola les informó de que solo ella y los que en ese momento estaban bajando del avión.
La familia del técnico se montó en un vehículo que les transportó hasta la terminal del aeropuerto. Tras dejar el lugar, los agentes accedieron al avión y lo registraron. El periodista Lu Martín cita fuentes del aeropuerto catalán.
El altercado habría dejado afectado a Guardiola. El entrenador catalán es sensible a todo este tipo de situaciones. Durante toda la temporada (y en los últimos años) ha mostrado su solidaridad con el movimiento independentista.
En los últimos meses, el independentista Pep Guardiola se ha caracterizado por portar un lazo amarillo en la solapa en todos los actos públicos posibles para reclamar la liberación de Junqueras y los golpistas catalanes presos por sus intervenciones durante el intento de referéndum ilegal del 1 de octubre.
Ese apoyo público expreso podría haber hecho sospechar a la Guardia Civil de que en alguno de estos desplazamientos, Puigdemont aprovechara el avión privado de Guardiola para entrar de nuevo en España sin control policial alguno.
