Aunque el árbitro principal y el juez de línea no necesitaron ver la imagen repetida, el VAR confirmó que Ezatolah estaba en fuera de juego antes del gol.
Irán defiende con todos sus hombres en su propia área. Pierden tiempo sus jugadores constantemente. Se tirán al suelo, hacen todo tipo de marrullerías y se fingen lesionados, con el consentimiento del árbitro que es un petardo de cuidado.
Los primeros 45 minutos han fracaso total de una España muy nerviosa, que ni ha tirado a puerta con la mínima precisión y esta jugando con una lentitud desesperante.
Isco es poesía.pic.twitter.com/fuk2y6dAEy
— Aegøn (@Kaizer7RM_) 20 de junio de 2018
Pero se reanuda el juego y Diego Costa, que está en un momento dulce y eso es muy importante en un torneo corto como un Mundial, les endiña el gol de ls victoria a trompicones y de rebote a los iraníes.
Lo mejor de Irán en el mundial pic.twitter.com/QBS2mDHucQ
— Paschal ?? (@pyka_fcb_) 20 de junio de 2018
EL PARTIDO Y SUS DOS TIEMPOS
El primer tiempo resultó un pelmazo insoportable, un asalto frustrado al furgón blindado de Irán. Solo destaco, como siempre, Isco.
El segundo tiempo, un tiroteo impensable y peligroso. A los iraníes los mató la bala perdida de un rebote en Diego Costa.
Y España le salvó la buena vista de un asistente que anuló un gol a Ebrahimi y la falta de puntería de Mehdi. Aunque el árbitro principal y el juez de línea no necesitaron ver la imagen repetida, el VAR confirmó que Ezatolah estaba en fuera de juego antes del gol.
El último gesto de la Selección y eso si que es un bochorno, fue el de pedir la hora.
➔ Sufrió España, pero lo terminó ganando.
➔ El gol de la diferencia fue de Diego Costa.
➔ España solo pudo romper el candado iraní con un poco de fortuna (le rebotan el balón a Costa en el gol).
➔ Irán pudo empatarlo en el tramo final. pic.twitter.com/Y51H7ePZwo— Invictos (@InvictosSomos) 20 de junio de 2018
ANALISIS
Desde que España adquirió la condición de gran potencia, hace ya una década, abundan partidos así, aunque no en una versión tan extrema. Irán llegó con tres puntos a la cita y se dispuso a escuchar con atención el mónologo, levantando una doble alambrada en el borde de su área, dándole la espalda al balón y al campo hispano, ignorando a De Gea.
Quedó un partido de balonmano, reducido a veinte metros, con Diego Costa emparedado y condenado al aburrimiento, y una España moviéndose como un péndulo en las inmediaciones de aquella barrera esperando una flaqueza casi imposible. Cierto es que faltó fluidez en el tráfico y un punto de velocidad para fomentar el desorden ajeno.
Hay mucho que mejorar, si queremos hacer algo de verdad en el Mundial de Rusia 2018, aunque entendemos la euforia de algunos
¡UNA VICTORIA HISTÓRICA!????
El 0-1 ante Irán es la victoria número 400 de nuestra historia.
¡ENHORABUENA A TODOS!#HagamosQueOcurra #Rusia2018 pic.twitter.com/u3VSldrYxj
— Selección Española de Fútbol (@SeFutbol) 20 de junio de 2018