Ha sido el más grande y en muchos sentidos lo sigue siendo.
Desde hace décadas, Brasil y Argentina se disputan el título a la mejor selección de Sudamérica y en ese contexto el legendario delantero brasileño Pelé aportó su granito de arena a través de una publicación en las redes sociales.
El tres veces campeón del mundo compartió una imagen junto al histórico jugador de River Plate y el Real Madrid Alfredo Di Stéfano con un curioso mensaje.
«Di Stefano puede no haber jugado una Copa del mundo, pero no importa. Él era tan bueno, que podría haber sido brasileño…».
Alfredo Di Stefano may not have played in a World Cup but it didn’t matter. He was so good, he could have been Brazilian…? // Alfredo Di Stefano pode não ter jogado uma Copa do Mundo, mas isso não importa. Ele era tão bom, que poderia ter sido brasileiro… pic.twitter.com/AhUwsBE5r3
— Pelé (@Pele) 16 de septiembre de 2018
El ex futbolista, que falleció el 7 de julio del 2014 a los 88 años, jugó en la Selección Argentina durante la temporada 1947-1948, dejando un historial de seis partidos jugados y seis goles convertidos, en ese entonces el atacante vestía la franja «Millonaria».
Posteriormente, el argentino que tenía nacionalidad española, formó parte del conjunto europeo que viajó al Mundial de Chile en 1962, junto a grandes jugadores como Francisco Gento, Ferenc Puskas y Luis Suarez, entre otros.
El gol suyo ante Gales le permitió a «La Roja» acceder a aquel Mundial.
Sin embargo, el delantero no pudo jugar aquella edición por un problema en su columna, sin embargo, un año antes de su muerte aseguraba:
«Yo estuve en un Mundial (…) Yo fui con los jugadores, 22 jugadores son la selección, ¿no? No pude jugar por una lesión de columna, entrenaba con los compañeros. Si no hago el gol yo en Gales España no se clasifica. El Mundial empieza antes, y yo estaba ahí. Yo fui internacional, nos clasificamos para el Mundial y lo que pasó fue eso, una lesión de espalda y no pude contribuir».
En aquel torneo organizado en Chile, la selección de Pelé, que era favorita, compartía el grupo 3 con España, Checoslovaquia y México.
Tras avanzar como primeros con cinco puntos, los brasileños culminaron la competencia como campeones del mundo tras vencer a los checos por 3-1.
