El denominado ‘Gran Circo’ de la Fórmula Uno ha pasado por España; más concretamente, por el Circuito de Catalunya, en Montmeló.
Atrás han quedado los tiempos de dos grandes premios en nuestro país, tras la retirada de Valencia, por el alto coste de este espectáculo y porque ya son historia aquellos años en que el dinero emanaba a borbotones de las Administraciones públicas.
La crisis ha tocado a todos los ámbitos y éste no lo es menos. Como tampoco para sus protagonistas. Uno de ellos es Fernando Alonso.
El Gran Premio de España de F1 le devolvió el protagonismo al asturiano, bicampeón del mundo (2005 y 2006) y tres veces subcampeón (2010, 2012 y 2013), al lado del otro español de la parrilla, Carlos Sáinz Jr.
Pero forman ya parte del recuerdo aquellas ediciones en que se agotaban las entradas para los entrenamientos y la carrera, cuando las cadenas de televisión con los derechos de este Mundial reventaban audímetros o cuando los ingresos por publicidad de las principales figuras eran casi tan elevados como sus contratos con las escuderías.
Fernando Alonso (Oviedo, 29-07-1981) es un claro ejemplo de todo ello. El tirón popular del piloto asturiano, generado por su enorme talento para el deporte, llegó a conseguir patrocinadores principales para sus escuderías: Telefónica con Renault, Vodafone con McLaren y Banco Santander con Ferrari.
La champanera Chandon es el ‘sponsor’ del equipo británico, al que regresó el español sin el tirón de antaño.
Forbes coloca a Alonso en el puesto número 17 del ranking de los deportistas mejor pagados en el mundo, con unos ingresos totales de 35,5 millones de dólares, de los que 34 corresponden a su actual contrato con McLaren y 1,5 de ‘endosos’, es decir, lo que sus patrocinadores pagan tanto por el uso de su imagen pública como la presencia del piloto en actos promocionales de la compañía correspondiente, que se tarifan por horas y cuyo horario se cumple a rajatabla.
En este sentido, no es infrecuente verle salir corriendo de algún evento porque el tiempo pactado y pagado ya se hubiera superado.
En esa lista que encabeza el boxeador Floyd Maywheather (300 millones de dólares), el ovetense es superado en dos puestos por Lewis Hamilton (39 millones de dólares). Sin embargo, es el español mejor pagado, por delante del balear Rafa Nadal (puesto 22), con 32,5 millones de dólares de ingresos, 28 de ellos en los denominados ‘endosos’.
Sus ingresos publicitarios decaen
Desde que debutó en la F1 con la escudería Minardi, hace ya 15 años, Fernando Alonso no ha dejado de recibir ingresos multimillonarios, pero éstos no son los mismos de los años posteriores a la conquista de sus dos títulos mundiales en que el salario como piloto era bastante más bajo pero la publicidad era su particular mina de oro.
Así en 2007, el ‘Nano’ -como siempre le han apodado en su entorno desde niño- fue en el verano de 2007 el protagonista de tres de las diez campañas de publicidad más efectivas, en concreto las de la firma relojera Tag Heuer, el Banco Santander o la aseguradora Mutua Madrileña.
En los últimos años, se ha reducido al mínimo la presencia de Fernando Alonso en campañas de publicidad. Sin duda, ha dejado de ser una potente imagen para las marcas, como lo fue en otro tiempo y como lo siguen siendo, por ejemplo, los otros grandes iconos del deporte español: Rafa Nadal o Pau Gasol. Los seguidores en las redes sociales pueden servir de termómetro de lo que es el carisma de todos ellos en la actualidad.
Así, en Twitter, Nadal es el que cuenta con más fieles detrás (9,4 millones), con Gasol detrás (3,5 millones) y Alonso en la tercera plaza (2,4) de un podio con futbolistas al margen.
Porque Andrés Iniesta se dispara a los 12,4 millones de seguidores. Incluso otro asturiano, David Villa, tiene bastante más seguimiento en esta red que su paisano; el ‘Guaje’ suma 7,5 millones de ‘followers’ desde su retiro futbolístico en Estados Unidos. El mismo orden encontramos en Instagram si nos ceñimos a los tres ‘grandes’: Nadal (1,5 millones), Gasol (928.000) y Alonso (530.000)
Esos datos hablan por sí solos de la popularidad de unos y otros que afecta, de manera indudable, a sus negocios. No obstante, Fernando Alonso sigue siendo bastante hermético e impermeable en todo lo que tiene que ver con su vida privada. De ello cuida su representante, mánager y auténtico hombre de confianza, Luis García Abad.
Fernando Alonso diversifica sus inversiones entre productos financieros con garantía de capital e inversiones inmobiliarias y actividades empresariales con socios experimentados en el mundo de los negocios.
Al margen de ello, Alonso dispone de dos sociedades para gerstionar sus asuntos: Gespuam SL y DAF 5 Management SL. En ambas son sus padres quienes aparecen como titulares, José Luis Alonso y Ana María Díaz, un antiguo trabajador de una fábrica de explosivos y una ex empleada de El Corte Inglés. Tres empresas están vinculadas a esas dos sociedades: LM Marron y Chocolate Asturias, Sport Raf 2 y MFAO Sociedad Rectora de Mercado de Futuros del Aceite de Oliva
Gespuam, con un patrominio de medio millón de euros, inició sus operaciones el 21 de abril de 2004 y tiene como apoderado a José Luis Alonso Fernández y como administradores única a Ana María Díaz.
El objeto social de esta sociedad va desde la gestión de páginas web a la representación de deportistas profesionales o artistas, pasando por «la gestión y dirección de participaciones en los negocios de otras entidades» o la «adquisición, venta, tenencia, arrendamiento y gestión de todo tipo de inmuebles».
La otra sociedad ligada al grupo empresarial que tiene detrás a Fernando Alonso es DAF 5 Management SL, también constituida en Asturias, y dedicada a «la compraventa de bienes inmobiliarios por cuenta propia».
Se ocuparía en la práctica de gestionar los derechos de imagen, de gestar y comercializar productos de mercadería así como del asesoramiento integral del piloto. Su patriomonio es superior a los 12 millones de euros.
A estas empresas pretendió unir Alonso en 2013 un proyecto que se ha quedado solo en eso, aunque para ello llegó tuvo que avalar 17 millones de euros con sus garantías financieras ante el máximo organismo del deporte en cuestión para mantener la licencia de competición.
Fue la compra de los derechos del equipo ciclista Euskaltel. Su pasión por el ciclismo y la estrecha relación de amistad con los corredores asturianos Chechu Rubiera y Samuel Sánchez le llevó a plantearse apadrinar una gran formación, con las máximas ambiciones en el pelotón internacional.
Para ello contó en principio con la colaboración en la dirección deportiva de Kiko García, ex ciclista y hombre fuerte de la firma de gafas Oackley en Europa, y después con el bicampeón del mundo y campeón olímpico en 2004, el italiano Paolo Bettini. Los problemas con Ferrari y el cambio de escudería frenaron y acabaron por frustrar el proyecto ciclista.
El proyecto que no fracasó, en cambio, fue la puesta en marcha del Complejo Deportivo Fernando Alonso, bajo los auspicios del Gobierno del Principado de Asturias, que incluye un circuito de karting ??el mejor circuito del mundo?, dijo el piloto en la presentación–, y un Museo. José Luis Alonso lo controla de manera personal y directa.
La Administración asturiana puso en manos de la denominada Fundación para el Fomento del Automovilismo la gestión de todo este proyecto. La inversión inicial, financiada en su totalidad por los diferentes presupuestos regionales, ascendía a algo más de cinco millones de euros.
Siete años tardó en ponerse en marcha todo el proyecto, después de no pocos conflictos, en unos terrenos del Principado, en el municipio de Llanera, a muy pocos kilómetros de Oviedo. En 2011 se inauguró el circuito y en junio de 2015 abrió sus puertas el Museo donde se pueden ver unas 270 piezas cedidas por la Fundación Fernando Alonso; ahí están todos los monoplazas que ha pilotado, desde que comenzó a competir con 3 años de edad hasta hoy, y su colección de trofeos, cascos, monos y botas, entre otros objetos. Dos trofeos tienen un valor especial, aquellos que recogió como campeón del mundo y por cuyas réplicas hubo que pagar 70.000 euros por cada uno.
Las mujeres de su vida
Así es el negocio que mueve hoy Fernando Alonso, divorciado de la cantante Raquel del Rosario y de nuevo soltero de oro después de su ruptura con la periodista gijonesa Lara Álvarez. Este 2016 había comenzado con rumores de boda con la presentadora de televisión, pero pocas semanas después se anunciaba la separación de ambos después de año y medio de relación.
Seis mujeres han pasado por la vida de Fernando Alonso desde llegó a la Fórmula Uno. Rebeca, asturiana como él, fue su primer amor, durante cuatro años. Después llegó la catalana Carolina Costa.
Una relación corta dio paso a la que llevó al piloto ante el altar; fue con la cantante canaria Raquel del Rosario, componente del ‘Sueño de Morfeo’, con la que contrajo matrimonio en 2006, boda que se ocultó durante meses hasta que una indiscreción del cura que los casó desveló el secreto.
El enlace duró seis años., hasta que apareció la modelo suiza de origen ruso Xania Tchoumitcheva, con la que estuvo muy poco tiempo. Después llegó otra modelo rusa, Dasha Kapustina y Lara Álvarez ha sido la última. Tres novias en cuatro años, cuando vuelve a sonar en su vida sentimental otra modelo rusa: Viki Odintcova.
Así es la vida de Fernando Alonso, cuya residencia fija Forbes en Oviedo, aunque la tuvo también en Suiza, hasta que en 2011 la trasladó de nuevo a la capital del Oviedo, mudanza que le costó 60 millones en impuestos. En Dubái y Londres también pasa temporadas el mejor piloto español de todos los tiempos.
