España jugará una final de un Mundial por segunda vez en su historia
La selección española de balonmano jugará la final del Campeonato del Mundo 2013, que se está celebrando en España, tras derrotar a Eslovenia (26-22) en un partido sin complicaciones y donde destacó la aportación de Joan Cañellas, autor de cinco goles.
El equipo de Valero Rivera buscará el domingo, a las 17:15 horas, y contra Dinamarca que le endosó un 30-24 a Croacia, sumar el segundo título tras el de Túnez en 2005.
Eslovenia anotó tres goles en 19 minutos de la segunda parte. Decir que España secó a la revelación del torneo, presente en semifinales por primera vez en su historia, sería quedarse corto, no hacer justicia con la mayor exhibición que nadie haya desarrollado en defensa en todo el campeonato y, sobre todo, sería quitarle mérito y favoritismo a una España que, ahora mismo, es la candidata más clara al título mundial.
Por juego, por jugadores, por defensa, por velocidad, por anfitriona.
EL PARTIDO
Como explica Felipe Fernández en Rtve.es, el seleccionador español Valero Rivera quiso premiar con la titularidad a los héroes inesperados de la victoria en cuartos de final como Sierra, Cañellas o Guardiola y estos arrancaron el choque manteniendo su gran nivel.
Tardó en subir el primer gol al marcador ya que hasta pasados los dos minutos y medio no llegó el tanto de Valero Rivera Folch y puso a España por delante y a las riendas de la iniciativa.
A pesar de ir por detrás en el tanteador, el equipo esloveno no se descompuso por el empuje de los anfitriones y del público. Gracias a los goles de Dolenec (4 en los primeros 11 minutos) y a las paradas de Skof (4 en los primeros 10 minutos) se mantenían metidos en el partido.
A los ‘Hispanos’ les sentó bien el debut en el Sant Jordi, eso se notaba en la fluidez en ataque. Ya fuera con transiciones rápidas o en ataque estático, los goles llegaban muy repartidos y fruto de esa alta efectividad y de un parcial 3-0, España consiguió su máxima renta de la primera mitad -5 goles- a falta de siete minutos para el descanso (12-7).
La respuesta esloveno no se hizo esperar y se materializó en un parcial de 1-5 que les permitió acercarse de nuevo a España y dejar el resultado final de la primera mitad en 13-12.
España echa el cerrojo en la segunda mitad
Arpad Sterbik volvía a la portería española en la primera mitad y tras la reanudación convirtió la portería en un imposible para los eslovenos. Y es que no era para menos porque en el otro lado se estaba saliendo Gorazd Skof (12 paradas en total).
En el momento que el veterano guardameta dejó de pararlo todo, penaltis incluidos, la brecha de España en el marcador consiguió abrirse hasta los 7 goles antes de que se cumpliera el minuto 20 de la segunda mitad (21-14).
El equipo español estaba desatado en su juego y el Sant Jordi se convirtió en una fiesta porque la final con la que tanto se ha soñado estaba al alcance de la mano.
Con el marcador así de favorable, en los últimos minutos el ritmo descendió. Valero quiso dar minutos a todos los jugadores para reafirmar el protagonismo y el peso en la plantilla de todos y cada uno y Eslovenia pudo maquillar el resultado final.