En el caso de la selección de futbol de 1966, Kim dice "que ellos afirman que fueron a un club nocturno antes del partido, y por eso jugaron un mal partido"
Si tuvieras que elegir un país al que representar en los Juegos Olímpicos, seguro que Corea del Norte sería tú última opción después de saber lo que te espera si vuelves sin el oro.
Y es que, según ha revelado un desertor norcoreano que escapó de la dictadura en el año 2009, los atletas eran duramente castigados por ‘fallar’ en su intento por conquistar la primera plaza en la fiesta del deporte más importante del mundo.
Según este norcoreano, los atletas e incluso sus entrenadores terminan en un gulag haciendo trabajos duros como castigo durante varios meses.
En caso de que consiguieran la medalla de oro, se llevan grandes premios, entre los que se incluyen un coche y un apartamento. El problema viene si no se cumplen los objetivos.
El mismo informante afirma que cuando Corea del Norte perdió en el Mundial de 1966 contra Portugal en los cuartos de final, el equipo fue encerrado en un gulag en Yodok, donde también estaba otro desertor, Yang Chol-hwan.
Por su parte, Kim Jong-un afirmó que sus representantes deportivos tienen «funcionarios del gobierno que van con ellos a estos eventos internacionales…y por lo tanto, si pierden crearán una historia».
En el caso de la selección de futbol de 1966, Kim dice «que ellos afirman que fueron a un club nocturno antes del partido, y por eso jugaron un mal partido», y añade que «por eso son criticados y castigados», pero eso sí, «si ganan una medalla de oro o tienen éxito, entonces incluso si hicieron algo problemático, se bajará el tono» de lo que se diga que les pasó.
Las especulaciones continuaron en los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro alrededor del destino que esperaría a los atletas perdedores de Corea del Norte.
Lo más llamativo fue ver a Kim Kuk-hyang, que fue superada en alterofilia solo por Meng Suping, rival china que se llevó el oro.
Según las declaraciones del desertor anteriormente mencionado a The Daily Star, los norcoreanos como Suping, que no consiguieron sus objetivos, fueron duramente castigados al volver a su país.
