Los Falcons tenían el partido ganado a falta de ocho minutos y medio

Los Patriots de Tom Brady se coronan reyes de la historia

New England anotó 31 puntos seguidos para obrar el milagro y ganar en el tiempo extra

Los Patriots de Tom Brady se coronan reyes de la historia
Los Patriots de Tom Brady. PD

El quarterback Tom Brady, y amigo de Trump, entra en la leyenda al ser el único con cinco trofeos

Los New England Patriots (de Boston) lo volvieron a hacer. Pero esta vez, en su quinta victoria en la Super Bowl, la quinta del quarterbac (pasador) Tom Brady –más que ningún otro-, lo lograron después de realizar una remontada histórica y culminar la gesta en la prórroga. Los Falcons de Atlanta lamentarán para siempre esta derrota, en un partido en que llegaron a tener 25 tantos de ventaja. Y empezaron el último cuarto con una ventaja de 28 a 9. Acabaron derrotados por 28 a 34. Esta final de la liga de fútbol parecía un mero trámite al acabar el tercer cuarto.

Matt Ryan, el quarterback de los Falcons, estaba inspirado. Brady no podía disimular la frustración. A pesar de su veteranía, a sus 39 años daba muestras de no entender nada de lo que les pasaba. De pronto se encendió la épica. A los de Atlanta le pesó demasiado la responsabilidad en su segunda final. En 1998 cayeron con claridad. Este vez, cuando ya tocaban la gloria, los nervios les maniataron. El equipo excelente quedó reducido a un grupo fallón, con manos de mantequilla.

Matt Ryan de los Falcons Matt Ryan de los Falcons 

En cambio, renació la casta ganadora de los Patriots. Su regreso desde el abismo no tiene precedentes en la historia de esta celebración. Nunca se había superado una diferencia superior a los diez tantos. Forzaron el tiempo adicional a falta de 58 segundos, algo que no había sucedido en las 50 ediciones anteriores de este encuentro. Así que se iluminó Brady, los de Nueva Inglaterra les comieron la moral a los de Atlanta.

James White, con tres touchdown (ensayos) se convirtió en el receptor determinante para los pases de su quarterback. A Brady lo escogieron como el mejor de la final. Del infierno al cielo en un rato. Matt Ryan se enfrentaba a un mal augurio en esta Super Bowl. Tras ser designado el sábado como el MVP, el más valioso de la temporada, desbancando a su homólogo de los Patriots, el laureado y mediático Tom Brady, las estadísticas del partido final de la liga le condenaban al fracaso. Desde el 2000, los siete jugadores reconocidos como en MVP del curso que participaron en el gran partido del año, los siete se fueron con la derrota a casa. Ryan lo tuvo en la mano. Se vio ganador.

Sin embargo, todos los aciertos de los tres primeros tramos del encuentro se desvanecieron en el cuarto. Naufragó con sus pases y fue neutralizado por los rivales como no le había pasado en ningún momento en estos playoff. El partido arrancó con unas defensas que se imponían a los ataques. El primer cuarto, se cerró con empate a cero. En el segundo, los Falcons apabullaron a sus contrincantes. Se pusieron 21-0 en una jugada que retrató la impotencia de los Patriots. Robert Alford interceptó un pase de Brady y corrió 75 metros para apuntarse un touchdown.

La fiesta del deporte nacional, que se disputó en el NRG Stadium de Houston, llegó en un momento de plena división en el país debido al recién estrenado presidente de Estados Unidos, Donald Trump. Entre diversos asuntos conflictivos, su apuesta por construir un muro con México y su orden ejecutiva de prohibir la entrada en el país a los ciudadanos de siete naciones mayoritariamente musulmanas, han provocado una enorme contestación en las calles.

El ruido de las protestas también se escuchó en la ciudad texana, en los alrededores del estadio. Dentro, sólo la actuación de Lady Gaga en el descanso puso el punto de realidad a la ficticia unidad en torno al balón amelonado. Esta noche en Houston prosiguió la leyenda. Más que proseguir, se multiplicó por mucho. “Hemos remontado porque nuestros jugadores son grandes competidores durante los 60 minutos y los que sean necesarios”, proclamó el entrenador Bill Belichick. Los New England Patriots marcan el dominio en el fútbol americano en el siglo XXI. De las nueve finales que ha jugado en su historia este equipo, siete ha sido en esta centuria, en las que han ganado los cinco títulos que atesoran hasta hoy. La historia tiene un punto épico.

Bajo la propiedad de Robert Kraft, en el año 2000 reunió a un tándem incomparable por sus logros: el entrenador Belichick y el quarterback Brady. La relación dio su primer fruto con la victoria en la Super Bowl del 2002, a la que siguieron las del 2004 y 2005 (por la fecha de celebración). Es la única pareja que ha conseguido volver a coronarse 13 años después de su primer éxito, en el partido disputado el 1 de febrero del 2015. Son los que más finales han jugado, pero los Pittsburgh Steelers atesoran seis trofeos Vince Lombardi. Desde esta noche del domingo están más cerca con sus cinco coronas.

Lady Gaga en un momento del show. Lady Gaga en un momento del show.

Que los Patriots ganarán su quinto título tenía otro factor añadido para el morbo de los aficionados. “Si me invitan, iré”, respondió Roger Goodell, el comisionado de la liga (NFL) en la rueda de prensa en los días previos. Goodell no ha visitado el estadio de los de Massachusetts desde el 18 de enero del 2015, fecha del infame escándalo del “deflagate”. A los bostonianos se les acusó de deshinchar los balones. Por esta razón, Brady estuvo castigado sin jugar los cuatro primeros partidos de esta temporada. La victoria significó que Kraft, muy crítico con la sanción a su jugador estrella y por el desprestigio a la entidad, recibiera el premio de manos de Goodell.

El dueño de los Patriots había prometido esta semana que, “si tenemos la fortuna de ganar este domingo”, la presencia del comisionado sería bienvenida para el chute inicial del primer partido de la próxima temporada (2017). En la entrega del premio, el comisionado no se ahorró los parabienes. “Estamos orgullosos de vosotros”, le confesó al propietario de los Patriots, mientras los aficionados de los vencedores le abucheaban. “En el 2015 dije que aquella victoria era la más dulce –afirmó Kraft-, pero después de lo que ha pasado estos dos, y no necesito dar explicaciones, no me equivoco que esta sí es la más dulce”.

El deflagate les ha dado muy mala fama al triunvirato de los de Nueva Inglaterra. A Kraft, Belichick y Brady les han colgado el cartel de “tramposos”. Si bien partían como favoritos en las apuestas, la mayoría del país estaba con los Falcons. A esto ha contribuido el manifiesto apoyo el poco popular Donald Trump, que se tiene buena relación con esa trilogía al frente de la escuadra. En la entrevista previa al partido no se cortó un pelo y dijo que quería que ganaran los de Boston, “He de estar con los amigos”, respondió.

“Se que les he creado muchos enemigos, pero también les he dado mucha popularidad”, insistió con ese estilo de showman de la tele realidad tan preocupado por las audiencias televisivas. Pronosticó que ganarían los Patriots por ocho tantos de diferencia. Se equivocó en la cifra, pero su carrera y la de los Patriots en esta Super Bowl parecen calcadas. A Trump no le veían ganador (ni el mismo) y se impuso. Los de Nueva Inglaterra estuvieron perdidos y, al final, ganaron. Por supuesto el presidente de EE.UU. echó mano de su Twitter para felicitar a sus amigos. “Que impresionante remontada y victoria de los Patriots. Tom Brady, Bob Kraft y el entrenador B son ganadores totales. Wow! A los Falcons, ni agua. Esa es la otra América”.

Otro momento de la actuación de Lady Gaga en la Super Bowl. Otro momento de la actuación de Lady Gaga en la Super Bowl. 

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