En tercera ronda le espera Khachanov
Rafa Nadal, 31 años y segundo jugador mundial, derribó este 5 de julio de 2017 al estadounidense Donald Young, 27 años y 43º ATP, metiéndose en tercera ronda de Wimbledon firmando un partido impecable, salvo un pequeño problema en su resolución que solucionó rápidamente, porque de confianza anda sobrado.
Victoria por 6-4, 6-2 y 7-5 en 2h.11′, y próximo duelo, el viernes, contra uno de los jóvenes con mayor proyección, el pupilo ruso del asturiano Galo Blanco Karen Khachanov, 21 años y ya 34º ATP.
El ahora residente en Dubai, aunque sigue siendo del RCT Barcelona, venció por 3-6, 7-6 (7-5), 7-6 (3) y 7-5 al brasileño Thiago Monteiro, dando un paso más en su estreno en el cuadro principal de Wimbledon.
Llega firme a la cita Nadal, bicampeón del torneo, en 2008 y 2010. Ha controlado a placer la confrontación de zurdos con Young, a quien ya había superado sin problemas dos veces, aunque en la pista dura de Indian Wells.
Sólo una ligera complicación ya que Nadal, que había estado muy firme con el servicio, entregó su saque justo cuando servía para partido con 5-4. Reaccionó enseguida, volvió a hacer ‘break’ y remató en blanco con su servicio para ese 7-5. Una señal de que se siente fuerte en todos los sentidos. Ayuda todo lo que viene haciendo esta campaña, especialmente ese décimo Roland Garros.
Sendos ‘breaks’ en los juegos iniciales del primer y segundo set le dieron la ventaja suficiente para marcar territorio sobre Young, otrora un niño prodigio pero actualmente un buen tenista sin más, muy lejos del nivel que puede ofrecer un Nadal en racha.
37 golpes ganadores y 16 errores no forzados de un Nadal que se está moviendo perfectamente en el césped pese a que llegó sin rodaje en competición. Su sonrisa es perpetua, signo inequívoco de que está disfrutando.
Khachanov será un adversario diferente respecto a Millman y Young. 1,98 metros de estatura, el desparpajo juvenil con mucha potencia y tenis, moldeados por Galo Blanco al estilo con el que subió arriba al canadiense Milos Raonic. La experiencia, del lado de Nadal. Interesante choque generacional.
