Rafa Nadal y la hierba de Wimbledon vuelven a verse las caras. El mallorquín quiere aprovechar el impulso de su décima ‘Ensaladera’ en Roland Garros en otro torneo mítico en el que, en opinión de muchos, Roger Federer es el gran favorito por diferentes motivos (como, por ejemplo, haberlo ganado en siete ocasiones). El propio Nadal ha dicho que el suizo es el máximo aspirante al título, pero su buen año, con el colofón de París, le invita a ser optimista y, por qué no, también con la conquista de Londres.
El número uno en el ránking de la ATP está al alcande del balear. Murray, quien lidera esta clasificación, se toparía con el español en unas hipotéticas semifinales. El escocés es el que se llevó el último Wimbledon, pero esta temporada no parece que esté en la forma necesaria para repetir. Al menos eso dicta la lógica, aunque nunca se puede sacar de la lista de favoritos al actual campeón del torneo. Sus problemas físicos en los últimos tiempos tampoco ayudan, pero habrá que esperar a ver cómo evoluciona en las pistas el doble ganador de la competición de Londres.
Mucho queda aún por delante para ese hipotético Nadal-Murray de semifinales. El español viene reforzado, pero sabe que Murray es el número 1 por algo. Que cayera en Queen’s antes de tiempo tampoco significa nada definitivo. «Andy ha ganado aquí dos veces y ha jugado varias semifinales y finales. Creo que sabe cómo hacerlo. Quizás es su mejor superficie y tendrá sus oportunidades. Estará ahí y luchando por las cosas importantes», indicó Nadal a los medios de comunicación a finales de la pasada semana.
Roland Garros es un grande, pero Wimbledon es otra de las citas que todo tenista quiere ganar. «Es muy especial para mí. Es uno de los grandes objetivos que siempre he tenido desde que comencé a tener éxito en este deporte: Jugar bien este torneo y lo he hecho cinco veces», valoró el español de una cita «en la que te puedes ir inmediatamente. Si soy capaz de pasar las primeras rondas ganaré confianza. Estoy jugando bien desde el principio de la temporada, así que veremos».
El camino de Nadal estará llenos de trampas y habrá que ver si es capaz de sortear todas ellas, pero al menos no se topará con el rey de Wimbledon hasta una hipotética final. Roger Federer va por el otro lado del cuadro, al igual que Djokovic. El balear, por lo tanto, solo deberá preocuparse, de entre los grandes favoritos, de Murray hasta llegar a la final.
Si el Nadal de Wimbledon se parece al de París -aunque está claro que la hierba no es su mejor elemento- tendrá muchas opciones de destronar al escocés y, de paso, pasar de nuevo a liderar el ránking de la ATP.