El suizo conquista su octavo Wimbledon, tras derrotar a Cilic en una hora y 41 minutos

Roger Federer es inmenso, eterno e inmortal

Roger Federer es inmenso, eterno e inmortal
Roger Federer. WB

Distrito SW19, Church Road, Wimbledon, si alguién quiere mandar un mensaje de felicitación a Roger Federer esa es la dirección. La carta no se perderá.

En el All England Tennis and Croquet Club de Londres, allí tiene un pequeño rincónde una hierba impoluta, hasta que llega el mes de julio, de 23,77 metros por 8,23 metros, en el que ha plantado su raqueta desde que ganó en el 2003 y se ha convertido en el señor de La Catedral del tenis.

Este domingo, 17 de julio del 2017, a las 15.52 hora local, ha sido coronado como Roger VIII de Wimbledon tras conquistar un nuevo título y aumentar su leyenda, convirtiéndose en el primer tenista de la centenaria historia de ese escenario «magico» que supera los siete que compartía con el estadounidense Pete Sampras y el legendario campeón británico William Renshaw, que lo consiguió hace dos siglos, cuando este deporte era un juego que empezaba a jugarse en los campos ingleses para pasar el verano.

Roger Federer no sólo superó la marca del recordado Pete Sampras al coronar su Wimbledon número ocho, también se convirtió en el tenista con mayor edad en conquistar un Grand Slam.

«Mr. Perfect», en su versión reinventada con 35 años, aplastó a un disminuido y lastimado Marin Cilic (28) este domingo en la final jugada en el All England Lawn Tennis Club.

Además, conquistó Wimbledon sin perder un solo set. Algo que en toda la historia lo había logrado únicamente el sueco Bjorn Borg en 1976.

Un detalle: Borg lo consiguió cuando su carrera estaba en vertiginoso ascenso, a los 20 años; el gran Roger lo acaba de lograr con 35.

¿Otra marca? Con su Grand Slam número 19, el suizo se aleja un poco más de su inmediato seguidor entre los más ganadores del tenis masculino, el español Rafael Nadal, quien cuenta con 15 títulos.

El partido

Una hora y 41 minutos fueron suficientes para Federer.

Derrotó a Cilic en tres sets corridos 6-3, 6-1 y 6-4.

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El ace con el que liquidó el juego convirtió al suizo en el hombre que más veces ganó el tradicional torneo inglés en la historia, aunque sigue por debajo de la estadounidense Martina Navratilova que se coronó en nueve oportunidades en Londres.

La soberbia actuación de Federer contrastó demasiado con la del croata Cilic, quien en medio juego sufrió un repentino ataque de ansiedad.

El desconsolado tenista no pudo evitar quebrarse y llorar durante el segundo set, aquejado de un dolor intenso en la planta del pie izquierdo por el que tuvo que ser atendido.

En ese momento el partido estaba 6-3 y 3-0 a favor de Federer, y el croata volvió al césped pese que sus opciones de éxito estaban cada vez más disminuidas.

«Eres un héroe», le dijo el suizo a su rival tras los 101 minutos de partido. «¡Felicidades! Deberías sentirte muy orgulloso», agregó Roger.

«Nunca me rindo en un partido. Di lo mejor de mí. Es todo lo que puedo hacer», declaró Cilic tras su frustrada primera final en Wimbledon.

Análisis

Roberto Acosta Echavarria, CEO de Late.com.bo

Yo viví en la era de Roger Federer, esa es la frase que acompañará a nuestra generación y sobre todo a los amantes del tenis.

A sus 35 años y en Wimbledon, que es casi el patio de su casa, doblegó a Marín Cilic. Superado por una lesión en la planta del pie derecho y por la situación, tener en frente al mejor tenis de Roger no es para cualquiera.

El suizo aprovechó todos los errores del croata y lo superó con autoridad desde aquel primer set en el que Federer lo vio sentado en el césped y le cruzó la pelota sin piedad para romper la paridad inicial del juego; De ahí en adelante no hubo más equivalencias.

El partido marcó la clara superioridad del suizo, quiebres tempraneros en el segundo set acompañados del dolor y llanto de Cilic marcaban la tendencia de lo que parecía inevitable.

Ni siquiera el tercer set, el más parejo de todos, pudo romper el invicto del campeón en Wimbledon, ganó una vez más y sin ceder un solo set en todo el torneo.

Con el 6-3, 6-1 y 6-4 en 1 hora y 41 minutos, «su majestad» levantó su octavo trofeo en Londres, su segundo Grand Slam de este año, y ganó su quinta final del 2017, para volver a superarse, para volver a marcar récords, para confirmar que fue, es y sigue siendo el mejor de la historia.

«Después del año pasado no sabía si iba a volver a estar aquí, pero si realmente lo crees, lo puedes hacer», declaró Federer ante un eufórico público que celebraba su victoria.

«Tal vez debería descansar más a menudo», bromeó.

Es el segundo Grand Slam ganado este año por el considerado por muchos como el mejor tenista masculino de la historia.

A principios de año derrotó a su archienemigo Rafael Nadal en el Abierto de Australia.

El primer Grand Slam de Federer fue justamente en Londres, hace 14 años.

29 finales con 19 triunfos pasaron a partir de ese 2003.

El Abierto de Australia de este año fue el primero que el suizo pudo ganar desde 2012.

En esos largos cuatro años de sequía muchos llegaron a decir que ya estaba fuera del Olimpo del tenis mundial.

«Mr. Perfect» los acaba de callar… una vez más.

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