El presentador quiso aprovechar la ocasión para preguntar al invitado por una de las partes más negativas de su profesión: los controles antidoping. El tenista contó que desde hace seis o siete años, la ATP está suscrita a un programa que hay que seguir de manera estricta.
«Tenemos que estar todos los días de nuestra vida localizables durante una hora al día. Tienes que decir una hora y un sitio en el que vas a estar seguro. Lo pones muy temprano por la mañana para asegurarte de que vas a estar en casa», empezó explicando antes de impactar a todos con las exigencias de este sistema, según recoge ecoteuve.
«Yo tengo de 7 a 8 de casa. Es violento, porque a las 7 de la mañana una persona toca al timbre, se mete en tu casa y te hace un control antidoping en el salón de tu casa. Es una invasión de tu intimidad. Te tiene que estar mirando mientras estás meando. Hay algunos que tienen más respeto y otros están más encima porque hay sospechas de algunos que utilizan otro pis que no es el suyo», continuó diciendo López antes de contar las veces que se somete a este control a lo largo de la temporada.
«A mí casa suelen venir entre 10 y 12 veces al año, además de los controles que pasamos durante los torneos. Un torneo sí, uno no, solemos tenerlo. Son como 20 o 25 controles al año en total», dijo en unas cifras que sorprendieron a Motos. «¿Y si no lo haces?», preguntó. «Si no te localizan, tienes una falta leve. El otro día tenía un torneo de golf a las 9 de la mañana, pero como hay tráfico, salí con tiempo. Y a las 8.15 de la mañana me llama el portero, que estaba el hombre del antidoping allí. Eso es una falta leve y a la tercera falta leve, tienes dos años de sanción sin jugar al tenis», relató.
«Muchos jugadores estaban en contra porque no haces trampa y por un despiste, o se pone tu hijo malo… y no estás pensando en ese momento en llamar al teléfono para avisar de que no estás en casa», conluyó asegurando que este sistema «es una pesadilla».
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