Carolina Córdoba fue una de las concursantes más destacables de ‘Supervivientes 2011’. La joven andaluza le confesó a sus compañeros de reality su condición de transexual y desde entonces no ha parado de reivindicar su derecho a ser como ella quiere ser. Aunque asegura que sigue sufriendo marginación, ha posado desnuda para ‘Interviú’ y acudió a ‘El programa de Ana Rosa’ para hablar de las fotos y de sus deseos de ser la nueva tronista de ‘Mujeres y hombres y viceversa’.
CAROLINA: «QUE SOY TRANSEXUAL, ¿VALE?»
El 6 de junio de 2011, saltaba la noticia. Tras muchos rumores la concursante que entró como anónima en ‘SV 2011’, Carolina Córdoba, les confesó, muy nerviosa, a sus compañeros de la isla que:
Que soy transexual, ¿vale?
Empecé a hormonarme a los 14 años y tuve que escapar de mi pueblo porque estaba súper marginada. Me fui a Granada y allí no lo sabía nadie hasta ahora que he querido destaparme del todo. Yo he sido muy rechazada y lo he pasado muy mal por eso.
Esta declaración posicionó a la andaluza en los primeros puestos de popularidad dentro del concurso pero sus enfrentamientos con la flamante ganadora Rosa Benito hicieron que, semanas después, fuese expulsada del reality.
Tras aparecer varias veces en algún que otro plató de televisión, Carolina se dedicó a escribir sobre sus vivencias como transexual en un blog de Telecinco.es. Pero pasados 3 meses de finalizar ‘Supervivientes 2011’, la andaluza vuelve a dar de qué hablar. El 31 de octubre de 2011, se sentó en ‘El programa de Ana Rosa’ para presentar su posado en ‘Interviú’ y asegurar que está muy contenta por mostrar su cuerpo desnudo y que, ahora, lo que quiere es ser tronista de ‘Mujeres y hombres y viceversa’:
He pedido ser tronista porque es una forma de encontrar el amor. Sé que en T5 me aceptan pero fuera hay mucha gente que no.
En la entrevista para Interviú -Carolina: «Por primera vez en mi vida, en ‘Supervivientes’ pude ser yo misma, sin mentir ni aparentar. Y allí encontré el amor»-, Cordoba confiesa que:
Cuando salí de ‘Supervivientes’, todo el mundo me quería y me aceptaba porque era el ‘boom’; creí que se acababa la pesadilla, que por fin iba a ser feliz y la gente me iba a respetar cien por cien porque lo he pasado muy mal; pero cuando pasa el tiempo, la gente saca sus verdaderos prejuicios. Estoy sufriendo una marginación, me siguen insultando por la calle. Como he vivido con ello siempre, lo acepto y punto, aunque de vez en cuando contesto porque ahora me duele más ya que también insultan a mis padres. Yo digo: «¡Joder! ¡Es que no habéis visto mi historia y mi sufrimiento y me seguís insultando!». Este mundo está lleno de hipócritas»
Con 15 tuve que huir de Linares (Jaén) a Granada porque no soportaba la situación. Sufría agresiones físicas y psicológicas, apedreaban a mis padres… Solo estudié el graduado porque mi cabeza no me permitía más, necesitaba ser una niña normal para ser feliz.
Físicamente he llegado a lo máximo.
