Ya llegó el formato más revolucionario de la televisión. ‘Hable con ellas’ es lo nunca visto, una idea absolutamente pionera destinada a hacer historia. Cinco mujeres al frente de un late-night ¡Guau! Eso sí que es original…. Si estuviésemos en 1973 o en el 94 como mucho. La nueva apuesta nocturna de Telecinco es un regreso a los años del ‘Tuti Frutti’ con revisión pseudo feminista. Una mezcla imposible entre ‘Sexo en Nueva York’ , ‘Dreamland’, ‘Sálvame’, ‘Las noches de tal y tal’ y ‘Mari Carmen y sus muñecos’. El programa arrancó el 8 de abril de 2014 y consiguió un estupendo 17,7 % de share, dato que sólo se entiende porque iba justo detrás de ‘El príncipe’ y por, suponemos, el morbo del estreno.
CUATRO MUJERES SIN SENTIDO
El enésimo intento de invocar al espíritu de Javier Sardá y su ‘Crónicas Marcianas’ tiene nombre de mujer. Mejor dicho, de mujeres. Yolanda Ramos, Beatriz Montañez , Natalia Millán, Sandra Barneda y Alyson Rae Eckmann son las nuevas (y enésimas) atrevidas mediáticas que han intentado remontar el late-night de T5. Rostros nuevos, mismas pretensiones.
Vale, lo del nombre del programa y el concepto es una excusa como otra más (pero lo de preguntarse, por enésima vez’ de qué hablan las mujeres da una pereza…). Primero tenemos a Sandra Barneda, que se ha independizado de Jordi González para autoproclamarse líder del grupo y terminar siendo una especie de mamá pitufa a la que en realidad nadie hace ni caso.
Luego tenemos a la actriz Natalia Millán, esa mujer que parece que no pisa el suelo, que es muy divina ella y que comete el mismo error que en ‘Dreamland’: meterse donde no la llaman. Anoche, durante el estreno, creo que la escuché decir tres frases seguidas. Directamente la ignoran. Pobre.
El papel de la gruñona es para Beatriz Montañez. ¡Madre mía! La ex de ‘El intermedio’ está desatada. El espíritu de Angelina Jolie se ha apoderado de ella y no hay quién la pare. Anoche no pudo ser más borde y seca. De verdad, su presencia resultaba incómoda para el espectador. Mandaba callar a sus compañeras, bostezaba (sí, sí, bostezaba) y se puso en plan ‘Catwoman’ (la versión mala, la de Halle Berry) con Celia Villalobos -por poco le arranca el maquillaje a arañazos-.
Yolanda Ramos es la graciosa con mala leche. De hecho, era la única soportable. Hacía un poco lo que le daba la gana: tan pronto soltaba un chiste como se levantaba y se iba o se ponía en plan 15-M. Muy plural ella.
Y luego está Alyson Rae Eckmann. Profesión: ‘Mama Chicho’ a destiempo. Cualidades: ser rubia. Sin más. Ella es la ‘chispeante’ del grupo. La americana que camina a saltitos y que cuando se habla de política aprovecha para hacerse la manicura. Y por si fuera poco, no domina nuestro idioma ¿Qué más da? Está ahí por su belleza.
CAOS, GRITOS Y VACAS
Sería por las prisas del estreno y por los problemas del directo, pero el arranque de ‘Hable con ellas’ fue digno de una buena dosis de ibuprofeno. Había demasiado ruido, el cámara parecía que se había ido a tomar un ‘café’ y se había olvidado de todo . Debe ser que hubo un problema técnico y que no funcionaban los pinganillos porque de lo contrario no se entiende que el director, (David Valldeperas, ex de ‘Sálvame’) se pasase la noche dando gritos.
La escaleta del show es otro despropósito. Primero presentan a una invitada, Celia Villalobos, vicepresidenta del Congreso de los Diputados. La sientan en un silloncito, le dan unas zapatillas de andar por casa y la dejan ahí plantada, calladita, como si fuese una yaya haciendo ganchillo mientras que las presentadoras, dos metros más allá, entrevistan a otra invitada. No lo entiendo. De verdad que no.
LA PILLADA DE HIBA ABOUK
Como el programa iba justo detrás de ‘El príncipe’, era lógico que una de las invitadas fuese la protagonista de esta serie: la guapa, pero cada vez más mimetizada con Marta Sánchez, Hiba Abouk. La actriz no pudo ser más seca y básica en su discurso (¿Por qué utiliza tanto la palabra «potente»?).
Pero el colmo llegó cuando Hiba, muy culta ella, presumió de hablar cinco idiomas y que una de sus lenguas maternas era el árabe. Bien, pues Yolanda Ramos, con toda la inocencia del mundo, le propuso escribir en una pizarrita el nombre del programa en árabe para colgarlo como recuerdo. Abouk, con la cara desencajada, dijo que «mejor, más tarde» que en ese momento no le apetecía y se puso a parlotear el francés como para decir que ese sí que se lo sabe. ¿Eso fue una pillada en toda regla o me lo pareció a mi?
Pero lo más grande de todo fue cuando aparecieron por allí las amigas Hiba Abouk, unas auténticas desconocidas que, sin venir a cuento, se pusieron a bailar. ¡Ah, y a todo esto había una vaca rondando por el plató!
EL CABREO DE CELIA VILLALOBOS
Tras esperar su turno, Celia Villalobos por fin fue atendida. Puede gustar o no su política y su discurso pero hay que admitir que la vicepresidenta del Congreso se merendó a las cinco presentadoras (bueno a tres, porque ni la americana ni Natalia Millán abrieron la boca). Yolanda Ramos y Montañez se pusieron en plan Lara Croft, Villalobos se puso dura y cuando ya pensábamos que iban a sacar una piscina de barro, la cosa se calmó.
Por supuesto, también se habló del ‘The fast and the furious’ de Esperanza Aguirre. La americana entrevistó a la ex presidenta de la Comunidad de Madrid y le preguntó, no por la polémica, sino por la marca de sus zapatos. ¡Qué diver! (Eso sí, Aguirre entró en el juego como una campeona).
No queremos hacer sangre. Al fin y al cabo hablamos de un programa piloto. A ‘Hable con ellas’ aún le queda recorrido.
