La decimoquinta edición de ‘Gran Hermano’ ya está a las puertas. Este 18 de septiembre de 2014, Mercedes Milá volverá a abrir la Casa de Guadalix de La Sierra para los nuevos concursantes (que este año participarán en compañía).
Todos ellos tienen dos objetivos muy claros: llevarse el maletín con los 300.000 euros y ganarse la vida como estrellas mediáticas. A estas alturas del partido ya deberían saber que ambas cosas casi nunca van de la mano.
De hecho, el reality más famoso de la historia, cuenta con una larga lista de ganadores injustamente coronados de los que ya no se acuerda nadie. ¿Quiénes han sido los peores?
Podrá ser muy criticado y podrá ser el epicentro de lo que muchos llaman (erróneamente) ‘telebasura’, pero no se puede negar que ‘Gran Hermano’ es la madre del cordero, el concurso que cambió la tele. Con él se inició una nueva era, la del espionaje íntimo. Más que nunca, el espectador se convirtió en voyeur de la vida ajena. Se explotaba, pues, una de las características más humanas y pecaminosas: la de la curiosidad gratuita, la del morbo.
Pero con ‘GH’ también se inició un fenómeno nuevo. Por primera vez, cualquier persona, se dedicara a lo que se dedicara, podía ser famosa. Ya no hacía falta tener una profesión, casarse con alguien ‘importante’ o destacar en algo, bastaba con ser ‘tú mismo’.
Por ello, durante 15 años, miles de personas han luchado por entrar en la casa de Guadalix de la Sierra y conseguir lo que pensaban que era su sueño. El problema es que muy pocos lo han conseguido.
De los cientos de concursantes de ‘GH’, sólo un pequeño grupo sigue teniendo trabajo en televisión (Kiko Hernández, Marta López, Nagore Robles y hasta hace poco, Aída Nízar). El resto, se conforma con bolos, algún que otro reality VIP, la vuelta al anonimato o, desgraciadamente, la ruina económica y el completo olvido por parte de los espectadores.
Pero de todos los ganadores de ‘GH’, hoy por hoy, ninguno sigue estando al pie del cañón en cuanto a fama y popularidad se refiere. Es por ello que aquí, el llevarse el maletín no es lo más importante.
Y si hablamos de vencedores, habría que destacar a los que, por una razón u otra, no se merecían el premio. ¿Cuáles han sido los peores ganadores de ‘GH’ y por qué?
SABRINA MAHÍ (‘GH2’)
A Sabrina se le criticó mucho porque era muy sosa. Cierto. Nadie recuerda su tono de voz, sólo verla llorar por las esquinas mientras sufría como una loca por su idolatrado Ángel Tous (con el que luego se casó y, más tarde, se divorció). La malagueña, sin embargó, jugó muy bien sus cartas de víctima y provocó que el público femenino (el mayoritario) empatizara fielmente con ella.
El problema es que se supone que el buen concursante es aquel que participa, que da juego y que, obviamente, convive, no aquel que se encierra en una sauna a llorar y abre la boca sólo para comer. Los pasivo-agresivos no deberían ser recompensados.
JAVITO (‘GH3’)
Fue el ganador de la única edición que no presentó Mercedes Milá; sólo por eso será recordado. y es que Javito no participaba, no era simpático ni le caía bien a nadie. Triunfó, sin embargo, porque sus rivales en la final, Patricia (la vencedora moral de ese año) y Kiko Hernández eran demasiado polémicos y como eran pareja, el público decidió que ‘ni pa ti, ni pa mí’.
JUANJO (‘GH10’)
Perdón ¿Quién? ¿Alguien se acuerda de este hombre? Nos suena taxista y poco más. Lo raro es que ganó por goleada pero en realidad era una imitación algo cutre de Pedro (vencedor de GH4) , igual de cateto pero sin gracia.
JUDITH (‘GH9’)
Ha sido, de momento, la única concursante de reserva en ganar GH y yo creo que lo hizo porque no había nadie mejor. No le caía bien a nadie y por ello, la audiencia la recompensó con el maletín del dinero. Lo siento muchísimo pero que las víctimas, sólo por ser víctimas, sean las que ganen los concursos, me parece sospechoso. A veces, es sólo un papel. No olvidemos que esto es televisión. Nada es lo que parece.
ÁNGEL (‘GH11’) y NURIA ‘FRESITA’ (‘GH5’)
Para coronar la lista, dudaba entre Ángel, el perroflauta de GH11 o Fresita, la Hello Kitty insufrible de la quinta edición. Al final, tras mucho pensármelo, lo he dejado en tablas. El primero no mereció ganar porque no hizo nada memorable en la Casa. Si triunfó fue por su enemistad con el ‘malo’ de aquel año, Gerardo y porque no quedaban más opciones.
El caso de ‘Fresita’ es diferente. ella se supone que sí dio mucho juego (de hecho, fue la favorita desde el comienzo) pero, sinceramente, gritar como una histérica porque una vaca te está apachurrando tras una puerta o llorar por las esquinas mientras invocas a los osos amorosos, no es jugar.