Triunfo total en Cuatro con 2.816.000 espectadores y un 14.8% de share

‘Adán y Eva’, el reality más friki en décadas: desnudos integrales, sexo, incultura y mucho ‘chonismo’

Capítulos auto conclusivos, líos amorosos, participantes desnudos y un casting 'maravillosamente' bochornoso, las claves del éxito del programa

'Adán y Eva', el reality más friki en décadas: desnudos integrales, sexo, incultura y mucho 'chonismo'

Adán y Eva’ se estrenó, por fin, el 21 de octubre de 2014 en Cuatro y triunfó ante casi 3 millones de personas y un 14,8% de cuota de pantalla.Obviamente, el reclamo era el morbo de tratarse del primer programa en mostrar a sus participantes totalmente desnudos. Pero hay más, mucho más que eso. Podríamos decir que ‘Adán y Eva’ es un recopilatorio de los ‘mejores-peores’ programas de Mediaset. Es como ver una temporada entera de ‘MyHyV’ en hora y media pero sin sutilezas. Es el típico programa impactante pero de usar y tirar.

Hay que decir que ‘Adán y Eva’ es menos revolucionario y más previsible de lo que pensábamos. Me explico: Cuando se supo que Mediaset le había encargado a Eyeworks España (¿Quién quiere casarse con mi hijo?) la versión española del formato holandés ‘Adam Zkt. Eva’, muchos nos frotamos las manos con deseo. ¿Estábamos ante una nueva tendencia televisiva como la que se experimentó con ‘GH’ u ‘Operación Triunfo’? Pues va a ser que no.

Y es que, los realities han degenerado tanto en la última década que el hecho de ver a cuatro tipos en pelotas ya no supone una revolución a nivel conceptual. No. Y es que, a los cinco minutos te olvidas de que no tienen ropa encima. De hecho, lo único malo que tiene participar en este show, sobre todo para las mujeres, es que su Interviú va a valer menos que el de concursantes de otros programas.

Como decíamos, los capítulos de ‘Adán y Eva’ son auto-conclusivos, lo que es una ventaja puesto que cada semana se potencia el elemento sorpresa y, por otro lado, un handicap , ya que no hay posibilidad de enganchar a través de personajes o tramas.

Sin embargo, ‘Adán y Eva’ es la quinta esencia de todo aquello que representa Mediaset España. Cada martes vamos a poder ver un mini resumen de un trono de ‘Mujeres y Hombres y Viceversa’ más una temporada de ‘¿QQCCMH? y un mucho de Gran Hermano y ‘Supervivientes’. Es un programa de consumo rápido que, más allá del componente nudista, ofrece los mismos lugares comunes de toda la vida: Chonismo, incultura, humillación, músculos, silicona, pelea de gatas y humor, mucho humor.

Lo que llama la atención de un programa que vende la naturalidad del desnudo es que resulte tan artificial. Hay demasiado cartón piedra tanto en contenido como en forma. Esto, en sí, no es algo malo, el artificio es la marca de la casa de Eyeswork Cuatro Cabezas y en eso son unos maestros.

¿Nos gusta ‘Adán y Eva? Sí mucho, pero no va a cambiar el rumbo de la televisión en España. ¿Será éste el programa que devuelva a Cuatro el brillo perdido? Seguramente, pero siempre y cuando no exploten la idea hasta la saciedad. Esperemos que, a partir de ahora, no todos los programas tengan su versión nudista- ¿Se imaginan un Master Chef en bolas? —

Bueno, pues vayamos al resumen del primer episodio de Adán y Eva. La primera en llegar a la’ isla del amor’ fue Sonia, una joven con ínfulas de pija que andaba buscando a su hombre ideal:

Busco un tío con buena economía porque yo siempre he vivido muy bien. Es importante que tenga un buen coche, a poder ser Mercedes o BMV porque yo nunca he conducido una gama inferior, y también quiero que sea un caballero, que siempre conduzca él y que pague las cenas, nada de hacerlo a medias.

Y en esto llegó Alejandro, el típico tronista metrosexual absolutamente depilado cuyo concepto de su mujer ideal es:

Quiero una chica que sea educada, que haga deporte, que sea simpática y que sonría mucho. Estoy cansado de conocer a tantas chicas sin llegar a nada. Quiero que mi ‘Eva’ huela bien, eso es fundamental. Yo huelo a hombre.

Tras un día juntos, Sonia se hizo la difícil y le hizo la cobra a Alejandro. A la mañana siguiente llegó Estela, una maquilladora de cadáveres, ambiciosa,controladora y con una autoestima poco realista, la verdad.

El caso es que Estela se llevó el gato al agua y al poco de estar en la isla se enrolló con Alejandro, lo que provocó los celos de Sonia, quien llamó «golfo» al chico y «facilona» a la otra. Por cierto, ¿por qué en una isla nudista Sonia llevaba esas extensiones supuestamente rubias y esos kilos de rimmel que le impedían abrir los ojos?

Bueno, el caso es que la tristeza de Sonia duró a penas unos minutos. Y es que, hasta el ‘paraíso’ llegó Luis, un pelirrojo, orgulloso de su miembro viril, que aunque no lee, le encanta la cultura.

También fue maravillosa la primera cita entre Luis y Estela, aquella en la que la maquilladora de muertos no sabía lo que era el Manzanares pero, eso sí, reconoció que le encantan los libros de Dan Brown «porque cuenta cosas de Da Vinci y eso».

Luego llegó la fiesta, el alcohol y el edredoning. Sonia y Luis ‘lo’ hicieron de noche pero al día siguiente, ella perdió una prueba y fue expulsada, por lo que Estela tuvo que elegir entre los dos hombres.

Tras una charla surrealista sobre la Biblia, Estela decidió quedarse con Alejandro única y exclusivamente por su físico. Después de haberse conocido sin ninguna prenda de ropa, de las conversaciones, las miradas y los besos, los primeros ‘Adán y Eva’, se vieron por primera vez vestidos y peinados para la ocasión. Y a pesar del miedo que Alejandro le tiene al compromiso, decidió apostar por ella y seguir conociéndose fuera de la isla. ¿Final Feliz?

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Autor

Sergio Espí

Sergio Espí, guionista y crítico de televisión de Periodista Digital, responsable de la sección 3segundos.

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