El sábado 21 de marzo de 2015 se estrenó ‘La Alfombra Roja Palace’, el regreso de José Luis Moreno a la televisión pública. Un reencuentro que nunca debió ocurrir. El show no es más que una copia de las peores creaciones del productor, un conglomerado de transparencias, machismo, caspa y humor grueso.
La audiencia le dio la espalda con un bochornoso 5,8% de share. Estamos pues ante uno de las peores catástrofes televisivas de los últimos años.
‘Las noches de tal y tal’ (T5), ‘Tutti fruti’ (T5), ‘El castillo de las mentes maravillosas’ (A3), o ‘Noche de fiesta’ (La1 de TVE), todos ellos ejemplos de programas indudablemente malos. No se trata de una percepción personal o de un tema de gustos.
Hay productos de ínfima calidad, si entendemos por calidad la capacidad de entretener, el interés general y la buena realización. Pero todos los shows mencionados son hijos de una época y se encuadran, para bien o para mal, dentro de un contexto. Y si no es así, al menos tenían cierta gracia.
Uno de los problemas de ‘La Alfombra Roja Palace’ (¿a cuento de qué viene ese ‘palace’?) es que es un producto anacrónico. Es el viaje al pasado más vergonzoso de nuestra cultura. Pero va más allá. Incluso rodado en los 80, sería un programa malo. Ni siquiera sirve como parodia. No es una frikada de la que reírse. No pasará a la historia como espectáculo de culto sino como enésimo error de la televisión pública.
Para empezar, se nota mucho que ‘La alfombra Roja Palace’ está hecho con prisas, que se ha creado en una semana. Así funciona la hiperactiva mente de su creador. A José Luis Moreno le dicen que quieren un programa y en tres días ya lo tiene montado. Su última criatura es un recopilatorio pesadillesco de todos los lugares comunes del productor: chistes malos, desfiles de moda tipo grandes almacenes, enchufados de toda la vida, fallos técnicos, viejas glorias, un caballo (sí, sí, un caballo) y, por supuesto, la voz en off de Moreno, en plan dios todopoderoso, que todo lo ve y todo lo intoxica. ¡Ah, se me olvidaba el dorado! Todo ahí es dorado. No podía ser de otra manera.
Como decíamos, el programa se ha hecho deprisa y corriendo y se nota. Los fallos técnicos provocaron que los regidores salieran más en pantallas que los propios presentadores. Nadie ahí sabía lo que estaba haciendo.
Berta Collado (la pobre no puede haber caído más bajo en su carrera), Jota Abril y Nerea Garmendia eran los maestros de ceremonias a los que se les unió (primera sorpresa de la noche) Ximena Córdoba. ¿Se acuerdan de ella? Sí, es la misma que quiso ser la ‘quinta’ de ‘Hable con ellas’ y que tiene una extraña fijación con nuestro país. Querida mía, tu mánager te ha engañado. Antes nos hacías gracia, después de ‘La alfombra Roja Palace’ tu nombre está manchado. Es difícil que te repongas de algo así.
Mucho se ha hablado de los vestidos de transparencias que lucían las presentadoras, los mismos que dejaban al de Cristina Pedroche en las campanadas a la altura del hábito de Sor Citröen. ¿Por qué se armó tanto revuelo con la Pedroche y a nadie le llama la atención de que se explote de manera tan evidente el cuerpo de la mujer en la televisión pública?
La gala estuvo llena de shocks: como invitados vimos sospechosos habituales del mundo ‘morenil’ tales como Jaimito Borromeo y Mari Carmen y sus muñecos , Manuel Tallafé, Tomás García Serrano, Ramón Arangüena y artistas de la ‘talla’ de Marta Sánchez, Merche, Soraya y Gisela de ‘Operación Triunfo’ (sólo con escribir esta lista me dan tembleques).
Pero el shock de todos los shocks fue ver a Abraham García, sí, el mismo que ganó ‘Supervivientes 2014’, creyendo que es actor y actuando en la versión 2.0. de ‘Matrimoniadas’. Era esto o salir en ‘Qué tiempo tan feliz’ intentando cantar. Qué triste es la vida de los ganadores de realities.
Pero del estreno de ‘La Alfombra Roja Palace’ se puede sacar algo muy positivo. Gracias a José Luis Moreno y a ese 5,8% de cuota de pantalla, hemos aprendido que en España ya no nos dan gato por liebre. Bueno… Luego ves a Belén Esteban en ‘GH VIP’ y ya no lo tienes tan claro.
