Ya tenemos ganadora a la peor gala de audiciones a ciegas de la historia de ‘La Voz’ en España (y suponemos que en a nivel mundial). La vimos el 21 de septiembre de 2016 y fue el estreno de la cuarta edición del talent-show de Telecinco. ¿Cuál fue el problema? Mejor dicho, ¿hubo algún acierto?
¡Cómo echamos de menos a Laura Pausini! Incluso a Rosario Flores y… Nunca pensé que diría esto pero, anoche, mientras veía el estreno de la cuarta temporada de ‘La Voz’ me acordaba de Antonio Orozco y sus poemas de bar de alterne. Hasta este punto fue de terrible la gala.
MANU CARRASCO, EL ABURRIMIENTO HECHO ‘COACH’
En primer lugar, en T5 deberían prohibir que se acercase un autocar de la Cruz Roja , de esos en los que donas sangre, a menos de quinientos metros de los estudios de ‘La Voz’. Y es que han dejado al pobre Manu Carrasco con horchata en las venas. Su silla giratoria tenía más vida que él.
Vale que al ex concursante de ‘OT’ ya le conocíamos como coach de ‘La Voz Kids’ y tampoco lo hacía tan mal pero esto es otra cosa. Con niños es más fácil soltarse la melena, con adultos, sino tienes gracia estás perdido.
En fin, que el nuevo coach es un mueble. Va a rebufo de sus compañeros. No tiene chispa, repite lo que dicen los demás, agacha la mirada, pone cara de ‘ñoño’ y se acabó.
A ver, este concurso está hecho para el lucimiento de los coaches, son ellos los que ganan, los que pierden, los que sufren, los que lloran y los que dan espectáculo. Si tenemos a uno que no sabe por qué está ahí pues se apaga y vámonos.
UNA GALA SIN BRILLO
Podríamos definir la primera gala de audiciones a ciegas de ‘La Voz 4’ de la siguiente manera: actuación-Alejandro Sanz se lleva al talent- anuncios- actuación-Alejandro Sanz se lleva al talent- anuncios… Y así tres horas.
Y a esto le añadimos que de cada 5 concursantes, 3 (como mínimo) son flamencos. Que sí, que ya sabemos lo que gusta en este país pero ya estamos un poco hartos. Hay otros géneros, de verdad.
MELENDI NO ES EL QUE ERA
El hecho de que Melendi haya vuelto debería ser una gran noticia pero, tal vez, puede que haya sido porque el tedio que le rodeaba le haya contaminado pero el caso es que no es el mismo que el de la primera edición.
De momento no hay resto del Melendi excesivo, apasionado, gracioso, ridículo pero showman que nos conquistó en el estreno del concurso.
Para justificar su vuelta, el cantante dijo:
Para estar aquí, hay que tener el corazón preparado y yo no lo tenía, pero ya sí. La verdad es que me siento el novato… Ahora mismo soy el más novel de todos.
Pues si tener el corazón preparado es estar más calmado, preferimos al Melendi de antes.
Y de Alejandro Sanz y de Malú decir que están al mismo nivel. Ni mucho n poco. Él está como cansado, pasota y ella menos borde, más simpática (sin emocionarnos).
Los coaches, este año son intercambiables. Deberían tener rasgos mucho más distintivos o perfiles más marcados para todos los públicos. Conclusión: que este año va a ganar otro flamenco. Y si no al tiempo.
Y por supuesto que entendemos que Telecinco es una empresa privada que vive de la publicidad pero abusar tan descarada de los bloques de anuncios llega a ser ofensivo y hasta violento para el espectador (es que, de verdad, no había manera de ver ni diez minutos seguidos sin interrupción).
Los talents que aparecieron en la primera gala no fueron gran cosa, la verdad. Siete se fueron con Sanz y no hubo ninguno que levantase auténticas pasiones o con un perfil realmente sorprendente o con auténtico poder de convocatoria.