La intensa noche del 1 de diciembre de 2016 que se vivió en la casa de Guadalix y en el plató de Telecinco no alteró los datos de ‘GH17’.
La decimotercera gala del reality anota un 19%, solo una décima más que la semana pasada. En laSexta, Chicote baja un punto pero sigue fuerte (13,3%), mientras que Víctor Ros anota mínimo en La 1 (8,6%).
En número de espectadores, ‘Pesadilla en la cocina’ es la clara vencedora de la noche como ya pasó al semana anterior.
El programa de Chicote congregó a 2.369.000 mientras que ‘GH’ 2.137.000 durante su gala y 2.200.000 durante la primera hora, en ‘GH: Express’, esa subsección que se han inventado para quitarse el prime-time de encima y aumentar el share (en el late-night, hay menos espectadores y aumenta la cuota de pantalla).
Es inaudito que un programa ‘pequeño’ de una cadena secundaria (laSexta) pueda vencer semanalmente al gigante ‘GH’. Y mientras que Jorge Javier sigue diciendo que todo va bien, que su trabajo es excelente y que habrá un ‘GH 18’ que él mismo presentará, los datos nos dicen lo contrario.
Hay una crisis no solo en el reality sino en todo Telecinco. A la cadena principal de Mediast le falta un ‘fenómeno social’, una renovación de formatos. Sí, siguen líderes de audiencia y eso es incuestionable pero también lo es que existe un desgaste de en su tono y en sus contenidos.
Y es que es increíble que con todo lo que pasó en la última gala de ‘GH’ ni siquiera aumentase la audiencia. ¿Por qué? Porque a la gente ya no le interesa nada lo que pase ahí.
Sí, el 1 de diciembre de 2016, Adara, una de las grandes protagonistas de esta edición, fue expulsada (afortunadamente) y se enfrentó y se cabreó a su ex, Pol, tras ver las entrevistas que había concedido él cuando salió de la casa.