Quien siembra vientos, recoge tempestades. El jueves 8 de diciembre de 2016 Kiko Matamoros probó de su propia medicina cuando sus compañeros le acusaron de lucrarse gracias a su hija pequeña, que es menor de edad. El tertuliano explotó y abandonó el paltó de ‘Sálvame’ vulnerable como nunca le hemos visto.
Todo ocurrió por culpa de la última portada de la revista Lecturas en la que Matamoros posa junto a su mujer, Makoke, y los hijos que tienen en común.
El 7 de diciembre de 2016 los compañeros de Matamoros le acusaron de aprovecharse de sus hijos (de todos, incluidos los que tiene de un matrimonio anterior y con los que no se habla) de hacer negocio -algo que es cierto-.
Las más duras con él fueron Mila Ximénez y Gemma López, pero la que se llevo la reprimenda fue Lydia Lozano, ¿por qué? Porque es un blanco fácil, con las otras dos, Matamoros no tiene argumentos.
Lozano estaba hablando de la hija menor de Matamoros, Ana, (que había posado en la revista), cuando Kiko, con toda su rabia, le dijo:
A ver si eres capaz de entender que cuando un menor de edad comete un asesinato, no se da ni su nombre. Por lo tanto, a ver si eres capaz de llevar ese ejemplo a tu vida profesional
Lozano contestó:
No me hables de profesionalidad, que sé perfectamente cuándo hay que pixelar y cuándo no hay que hacerlo. Cuándo se puede hablar, y cuándo no se puede hablar. Aquí no se sacaron los pantallazos por respetar a una menor. Todos estábamos comentando ese reality y llegaban los pantallazos de lo que decía Anita.
Matamoros se pasó de la raya en su contestación:
Es alucinante lo burra que puedes llegar a ser, burra. Burra. Ignorante , torpe. ¿Algún abogado le puede decir a esta señora lo que puede y no puede decir?
Al día siguiente, día 8 de diciembre de 2016, tras recordar su enfrentamiento del día anterior, Kiko y Lydia volvieron a enfrentarse de manera violenta y Matamoros optó por irse del plató.
La presentadora, Paz Padilla, salió a los pasillos de Telecinco junto a Kiko Hernández para intentar convencer a Matamoros para que regresase pero él se negó:
Aquí se me trata muy mal, me siento vapuleado.Estoy vacunado pero me sorprenden los escándalos, me sorprende que mis compañeros se escandalicen con mis declaraciones en las revistas cuando lo que he dicho lo digo cada tarde aquí con ellos. Yo no piso a la gente cuando habla.
Aparte de que esta última frase es mentira absoluta, Kiko no tenía razón en sus argumentos. él es el primero que no deja hablar a los demás y es cierto todo lo que dicen de él: saca provecho económico de sus crisis familiares. Ojo, no es malo. ‘Sálvame’ y las revistas del corazón viven de eso.
El caso es que María Patiño salió en busca a Matamoros y le reprochó su actitud, comparándola con la de «un niño pequeño».
Al final, Matamoros regresó y con él, los enfrentamientos.