Sálvame lo está haciendo bien. De verdad. Desde que estallase la polémica de la supuesta relación que mantuvieron el Rey Don Juan Carlos I y la vedette Bárbara Rey, el programa de Telecinco se ha lucido, alejándose de sí mismo y sus colaboradores y centrándose en reportajes de investigación sobre el tema. Pero, cómo no, al final, la polémica ha salpicado a uno de los tertulianos.
El 18 de enero de 2017, el periodista Manuel Cerdán publicó en OK Diario que espías del CNI habían depositado supuestamente entre 1996 y 1997, en un banco afincado en Luxemburgo, unas cantidades obscenamente elevadas de dinero para la vedette murciana.
Al parecer, la posible existencia de unos vídeos muy comprometidos serían el desencadenante de esta maniobra, al más puro estilo de las películas clásicas de espías.
Pero Cerdán no se queda ahí, afirma que la cuenta bancaria se abrió exactamente el 25 de septiembre de 1996 en el Kredietbank Luxembourg y se transfirieron, 26,3 millones de pesetas, unos 160.000 euros, sólo tres meses después de su apertura.
Desde que saltase el escándalo, ‘Sálvame’ se puso las pilas y encontró el perfecto revulsivo que le faltaba el programa.
Y lo hizo bien con reportajes muy explicativos de lo ocurrido y datos interesantes como el que relaciona a Bárbara Rey con ‘La tienda del espía’ un local en el que, supuestamente, compró una todo el material para grabar sus encuentros con el monarca.
CHELO GARCÍA CORTÉS NO QUIERE HABLAR
Pero este escándalo ha salpicado a una de las colaboradoras del programa, Chelo García Cortés, quien por aquella época era íntima amiga de la vedette (de hecho, ya confesaron hace años que tuvieron una «noche de amor»)
El 19 de enero de 2017, Chelo, en un acto poco habitual en ella, habló. Lo que ocurre es que su discurso era ambiguo, no quería mojarse del todo.
Lo único que dijo fue que:
Facilité, a través de una tercera persona, un encuentro de Bárbara Rey con alguien cercano al Rey»
Quería que el material que supuestamente le quedaba a ella llegara a manos de él
Pero el programa tendió una trampa a la colaboradora, quién rajó de lo lindo cuando pensaba que no la grababan:
Todo el país sabe lo que ella ha podido decir en privado
Lo que he vivido no lo puedo contar
No quiero meterme en líos.