La tercera entrega de ‘Chester in love’, emitida el 29 de enero de 2017, en Cuatro estuvo dedicada al sexo. Risto Mejide contó con la monja más famosa de nuestro país. Sor Lucía Caram, quien dejó, por un día, el independentismo catalán y la política, para meterse en otra camisa de once varas.
La religiosa comenzó fuerte y dijo:
Yo no renuncio al sexo, renuncio a la genitalidad
El sexo es una dimensión de la persona, una forma de expresarse, de vivir. Una parte constitutiva de todas las personas, incluida yo.
Pero, como es costumbre en ella, generó polémica cuando habló del sexo en la Iglesia católica:
Yo creo que la iglesia tenía muy mala relación con el sexo. Negaba lo que yo creo que es una bendición.
Creo que se ha querido espiritualizar tanto el mensaje que se ha negado que somos un cuerpo. Se ha pensado que el cuerpo es malo. Se creía que el cuerpo era la cárcel del alma.
Yo creo que María estaba enamorada de José y que era una pareja normal, y lo normal es tener sexo. Cuesta de creer y de digerir. Nos hemos quedado en normas que nos hemos inventado sin llegar al auténtico mensaje.
Yo creo que teníamos que haber presentado a Jesús y María de otra manera.
Caram, además, estuvo de acuerdo con Risto cuando este le dijo que la Iglesia rechaza el placer.
Hay que poner una puesta al día a nuestro mensaje. Estamos perdiendo. El placer no es malo, lo que hay que condenar es cuando hay un placer utilitarista del otro. Cuánto daño hemos hecho por condenar a la gente. Lo más condenable no es el sexo. Lo más importante es el hecho de la justicia. Nos hemos quedado en lo secundario.
Tiene que haber una revolución y empieza a haberla, las iglesias están vacías.
Y sobre su propia relación con el sexo, Caram aclaró que:
Yo he renunciado a tener relaciones sexuales, a tener una pareja, pero sigo siendo mujer y amar como mujer. A mí me llena ayudar al otro, compartir la vida y tener una causa por la que luchar.
Yo lo pasé muy mal cuando supe que había una atracción y me puse en una balanza y renuncié a la pareja. Para mí fue muy importante tener una comunidad, apoyarme en las monjas pero fue desgarrador. Estuve enamorada de un seminarista que se hizo cura, luego salió y se casó.
No he tenido relaciones sexuales y soy virgen, y tampoco me masturbo jamás, tengo que decirlo. Aunque las pulsiones suben y bajan y estás en un momento de plenitud de vida, tienes las fuerzas canalizadas.