En ‘Sálvame’ hay un ‘peloteo’ extremo con Belén Esteban, algo que cada día es más evidente. Tras ‘vender’ a María José Campanario, la de Paracuellos es como una heroína para sus compañeros. Para todos menos para Kiko Matamoros, el único que se atreve a machacarla. Por ello, el 20 de septiembre de 2017, el colaborador se fue del plató a gritos.
Belén Esteban dice no arrepentirse de haber cobrado por destapar, el 9 de septiembre de 2017 en ‘Sábado Deluxe’, una conversación privada que tuvo con María José Campanario mientras que ésta estaba ingresada en una clínica psiquiátrica.
Si alguien le hubiese hecho eso a Belén cuando esta ‘malita’ (enganchada a las drogas), todo el mundo en ‘Sálvame’ se hubiese echado las manos a la cabeza pero como ahora ha sido Estaban la que lo ha hecho, no sólo la gente no la critica sino que la aplaude.
Sólo hay uno en el programa de Telecinco que se ha atrevido, desde el principio a criticar la falta de escrúpulos de Belén Esteban: Kiko Matamoros. Puede que el colaborador se deje llevar por su guerra histórica con Belén pero eso no quita que no tenga razón.
Y mientras que Kiko habla claro, el resto se comportan como ‘palmeros’ de la Esteban, algo que llegó al clímax el 20 de septiembre de 2017. Ese día Matamoros intentó dar su opinión sobre el estado de salud de María José Campanario y su compañera Mila Ximénez se lo impidió, hablando por encima suya a gritos e interrumpiéndole.
Cabreado, Kiko se levantó de su silla y se marchó del plató. La presentadora, Paz Padilla, corrió tras él para convencerle de que volviera pero, ya en los pasillos de Telecinco, Matamoros dijo:
Prefiero no hablar. Es muy desagradable que cada vez que voy a hablar, esa señora me interrumpe con gritos. Falta el respeto a la gente en su casa quiere escuchar una opinión distinta. Porque aquí parece que no se quiere oír una opinión diferente.