Este miércoles 9 de mayo de 2018 termina ‘Fariña’, el fenómeno social de Antena 3 que dice adiós como líder de audiencia y que deja una imponente herencia en nuestra televisión. Y es que, si algo ha demostrado la serie de Bambú es que el espectador no es tonto. Por fin.
El otro día estaba viendo lo nuevo de ‘Vis a Vis’ en FOX y caí en la cuenta, otra vez, de los mecanismos y defectos narrativos que han marcado la ficción española de las últimas dos décadas: La trama por encima del personaje, la dictadura del actor ( se escribe para los intérpretes, no para los personajes) y la necesidad del guionista por hacerse notar (¿Por qué todas las presas parece que han leído a Nietzsche?).
Hasta la fecha, la mayoría de nuestras series generalistas se han sostenido bajo el miedo a que el espectador no fuese a entender la trama, a dejarlo todo muy masticadito para que a la señora de Cuenca no se le atragante la cena. ‘Fariña’ ha puesto fin a todo eso.
La de Bambú no es sólo una buena serie sino que sus espectadores, también los son. En sus diez capítulos, ‘Fariña’ ha demostrado que no se necesita un núcleo familiar con todas las edades para atraer al gran público, que ni siquiera es vital una historia de amor que vertebre la trama o que los protagonistas sean blancos para no asustar a la gente.
‘Fariña’ abre la puerta a otras historias, esas que llevan años contándose fuera. Antena 3 ha vuelto a demostrar ser pionera en la ficción, en crear el camino de baldosas amarillas para el futuro. Y lo ha hecho sin copiar, aprovechando el tirón de series como ‘Narcos’ pero creando una marca propia. ¿Cómo? Localizando la historia. ‘Fariña’ es puro costumbrismo, pura Galicia y, sin embargo, universal.
Con toda la temporada ya vista, me reitero en lo que dije en su arranque: En ‘Fariña’ todos han trabajo a favor de obra y basa su éxito en el guión. Diego Sotelo (‘Acusados’, ‘Sin tetas no hay paraíso’, ‘Bajo sospecha’), Cristóbal Garrido (‘Cuerpo de élite’ ), Gema R. Neira (Directora de desarrollo de Bambú) y Ramón Campos han escrito una obra de orfebrería que se sostiene por el cuidado de ambientes y personajes. Estos ‘narcos’ no son como las presas de Cruz del Norte que hablan todas igual…
Trailer la serie de A3, ‘Fariña’
Vale que la serie se aprovechó de la polémica (el secuestro del libro en el que se basa) para su promodción pero ha demostrado, con más de 2,5 millones de espectadores semanales y liderando la noche de los miércoles, que lo suyo no era flor de un día, que se ha creado un universo propio, una marca, un fenómeno social.
‘Fariña’ es perfecta, entretiene, te involucra y te hace tener esperanza de que, por fin, las cosas están cambiando. Problema: El consumo ya no es el que era. Ésta no es una serie para ver sema tras semana a las once de la noche. Estoy deseando darme un atracón en cuanto salga en alguna plataforma. Larga vida a ‘Fariña’, sea dónde sea.