Gaetano Gaya, uno de los dos detenidos ayer por la Policía antiterrorista italiana en el marco de una operación que sacó a la luz la existencia de una estructura de lucha antiterrorista paralela en Italia bajo el nombre Departamento de Estudios Estratégicos de Antiterrorismo (DSSA), asegura que las autoridades italianas estaban al tanto de la existencia de esta organización, cuyo principal objetivo era hacerse con subvenciones públicas.

La mujer de Gaya, bajo arresto domiciliario en Florencia, asegura hoy en el diario "La Repubblica", haciendo de portavoz de su marido que, dijo, "pretende aclarar que el DSSA es un ente de derecho público, como la Cruz Roja". "Mientras que la Cruz Roja se ocupa de asistencia, el Departamento es un centro de estudios de vigilancia sobre el terrorismo islámico, que no se ha atribuido nunca funciones de inteligencia en el territorio italiano", declaró al diario Maria Antonietta Cannizzaro.

Según la esposa de Gaya, se había informado de su existencia a "los ministerios de Interior, Defensa, Justicia, a la Fiscalía General de Roma, al Sismi (servicio de inteligencia militar), al Sisde (la inteligencia civil), al mando general de la Guardia de Finanzas, a las Embajadas de Estados Unidos e Israel, y al Shape, el mando supremo de la OTAN en Europa". "La idea era crear una estructura de escucha y de valoración del terrorismo islámico", añadió.

En cuanto a la financiación, Cannizzaro explicó que "el centro pidió fondos a la comisión de seguridad de Bruselas, y está a la espera de que se complete el procedimiento". "Esta es la confirmación de que es una estructura absolutamente pública", añadió, precisando que se había hecho una solicitud de 32 millones de euros.

Respecto a la presencia de miembros de todos los cuerpos de seguridad italianos, la mujer de Gaya lo explicó afirmando que "todos pueden adherirse (al DSSA) en calidad de consultor técnico externo". "Ninguno ha sido engañado", aseguró. Asimismo, señaló que "cualquier información recabada era transmitida al Sismi y al Sisde". "El Dssa fue el primero en descubrir las mezquitas subterráneas y estaba completando un estudio importantísimo sobre el blanqueo y la financiación de Al Qaeda a través de los consultorios telefónicos, los restaurantes de kebab y las carnicerías islámicas", indicó. "La verdad es que Italia ha sido invadida por los musulmanes y la prueba es que el Departamento, la única estructura que podía combatir eficazmente el terrorismo islámico, ha sido bloqueado", señaló la mujer, transmitiendo las opiniones de su marido, que no puede hablar con la prensa.

CASO SGRENA Gaetano Saya cree que el DSSA podría haber sido investigado "quizá porque había hecho saber que tenía conocimiento de algunas verdades sobre la liberación de Giuliana Sgrena", la periodista secuestrada en Irak como que "los 8 millones de euros pagados por el rescate podrían no haber salido de Italia y que Nicola Calipari --el agente secreto que murió en un tiroteo tras la liberación de Sgrena-- no fue una víctima casual".

Sin embargo, tampoco descarta que se deba a que "nuestro trabajo era muy apreciado en Israel y Estados Unidos" y a que "Gaetano Saya estaba levantando el vuelo". Según su mujer, "se estaba haciendo demasiado poderoso" y "nunca ha escondido que quiere convertirse en ministro de Interior".

Gaetano Saya y el otro detenido, Roberto Sindoca, son conocidos por haber dirigido la organización "Destra Nazionale" (derecha nacional). Saya también estuvo implicado en el proceso contra el ex primer ministro Giulio Andreotti.

A las más de 20 personas investigadas se les acusa de asociación para delinquir con fines de usurpación de títulos y funciones en materia de prevención y represión de delitos. Según la Policía, el objetivo de la organización era aprovecharse de la financiación que ofrecen tanto organismos nacionales como internacionales.

La citada banda había creado una especie de estructura paralela y enviaba tanto a instituciones como a medios de comunicación información y listas policiales sobre presuntos atentados terroristas que se estaban organizando presuntas células islamistas, totalmente infundadas y que no tenían ninguna base real en las investigaciones de las fuerzas de seguridad italianas.

En algunos casos, los miembros de esta organización ilegal se hacían pasar por miembros de las fuerzas del orden y mostraban identificaciones falsas en nombre del "Departamento de estudios estratégicos sobre antiterrorismo".