Denuncia de la representante sobre Violencia Sexual en Conflictos de Naciones Unidas

Cuando los fanáticos islámicos quemaron viva a una mujer por no querer tener ‘sexo extremo’ con un perverso

"Hemos sabido de otros actos de sadismo sexual. Nos cuesta entender la mentalidad de personas que cometen crímenes así"

Cuando los fanáticos islámicos quemaron viva a una mujer por no querer tener 'sexo extremo' con un perverso
Esclavitud sexual a manos del EI PD

¿La derrota de ISIS significa el final del Estado Islámico?

Es evidente que la pérdida del territorio y de las ciudades que controlaron durante más de cuatro años los fanáticos de Mahoma en Siria e Irak ha debilitado fatalmente al ISIS, pero eso no significa que hayan acabado la amenaza terrorista o la bestialidad (Nobel de la Paz: el estremecedor testimonio de Nadia Murad, esclava sexual del Estado Islámico).

Quizá, ahora que muchos suspiran aliviados, convenga recordar episodios como este, que se produjo hace justo tres años (Las 19 yazidíes quemadas vivas en jaulas por ISIS tras negarse a ser esclavas sexuales).

Fue en mayo de 2015 cuando los verdugos del Estado Islámico quemaron viva a una joven de 20 años de edad porque se negó a tener «sexo extremo» con uno de sus milicianos.

Lo denunció en su momento la representante especial sobre Violencia Sexual en Conflictos de Naciones Unidas, Zainab Bangura.

«Cometen violaciones, someten a esclavitud sexual y a la prostitución y a otros actos de brutalidad extrema. He escuchado un caso de una joven de 20 años que fue quemada viva porque se negó a participar en un acto de sexo extremo. Hemos sabido de otros actos de sadismo sexual. Nos cuesta entender la mentalidad de personas que cometen crímenes así»,

Bangura relata los hechos  en una entrevista concedida al portal ‘Middle East Eye’.

La unidad que dirige Bangura investiga desde 2009 los casos de matrimonios forzados, esclavitud sexual y violaciones registrados en zonas de guerra y ha llegado a la conclusión de que los milicianos de Estado Islámico llevan estas prácticas a nivel todavía más grave.

Bangura acaba de regresar de un viaje que le ha llevado por Siria, Irak, Turquía, Líbano y Jordania para recoger datos sobre los crímenes sexuales que están cometiendo los milicianos del grupo que lidera Abú Bakr al Baghdadi, incluidos los cometidos con las mujeres yazidíes.

«Me he reunido con autoridades, trabajadores de fronteras y supervivientes. Me he centrado en la guerra de Estado Islámico contra las mujeres, incluidas las de las minorías turcomanas, cristianas y yazidíes».

Pruebas de virginidad

Bangura ha relatado que, tras la toma de una localidad, Estado Islámico separa a las hombres de las mujeres y ejecuta a los hombres y los niños de más de catorce años.

«Separa a las mujeres y a las madres, deja a las chicas desnudas, les hace tests de virginidad y examina el tamaño de sus pechos y su belleza».

«Las más jóvenes y las consideradas como las vírgenes más bellas se venden a precios mayores y se envían a Raqqa, el bastión de Estado Islámico».

La representante especial de Naciones Unidas ha señalado que «hay una jerarquía» dentro de Estado Islámico para elegir las mujeres que quieren

«Los jeques eligen primero, después los emires y, posteriormente, los combatientes.

A menudo cogen tres o cuatro cada uno y se las quedan durante un mes o así, hasta que se cansan, con lo que la chica vuelve al mercado. En las subastas de esclavas, los compradores regatean con agresividad, haciendo bajar los precios con menosprecios a las chicas con argumentos como que no son guapas o tienen los pechos caídos».

Bangura ha contado un caso de una chica que fue vendida «22 veces» y otra que escapó que ha asegurado que el jeque que la compró le tatuó su nombre en el dorso de la mano para que supiera que era «su propiedad».

«Nuestra investigación nutrirá el informe anual de Naciones Unidas sobre la violencia sexual relacionada con los conflictos».

La «violencia sexual» como arma

Tras asegurar que Estado Islámico está «organizado, coordinado» y realiza «de forma generalizada y sistemática» este tipo de «atrocidades», ha acusado al grupo terrorista de haber «institucionalizado la violencia sexual».

«La brutalidad contra las mujeres y las niñas es central en su ideología. Emplean la violencia sexual como táctica de terrorismo para lograr sus prioridades estratégicas, como son el reclutamiento, la financiación, la imposición de la disciplina y el orden. Todo ello por medio de castigos a los que disienten o sus familiares, para avanzar con su ideología radical».

Bangura ha asegurado, además, que Estado Islámico dispone de «decenas de miles» de combatientes de hasta «100 nacionalidades», por lo que en algunos de sus ataques «hay más extranjeros que iraquíes y sirios».

«La mayoría de las mujeres son esclavizadas cuando sus localidades son atacadas. También nos han informado de padres que han entregado a sus hijas a Estado Islámico, particularmente en Mosul».

La representante especial de Naciones Unidas ha dicho que Estado Islámico ha puesto en marcha una «yihad sexual», en la que utiliza a las mujeres para dar satisfacción a sus combatientes.

«Hay decenas de miles de hombres que esperan tener mujeres con las que casarse. La contribución de la mujer es casarse con ellos y apoyarles de muchas maneras, incluido a nivel sexual. Los hombres de Estado Islámico pueden tener una mujer y varias esclavas sexuales. Hemos escuchado algunas historias de esposas que ayudaron a escapar a esclavas sexuales».

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