Según detalló la Policía, mató a la niña a causa de la infidelidad de su marido
Encoge el alma (‘El Jueves’ se arruga con el Islam pero se burla de los católicos por Semana Santa: «Adultos frikis que pasean muñecos»).
Vladímir y Ekaterina M., padres de Nastya, la niña de cuatro años que fue decapitada el lunes 29 de febrero de 2016 en Moscú, se encuentran todavía en estado de ‘shock’, tras haber sido atendidos por doctores de la Policía local. (La niñera siniestra que paseaba por Moscú con la cabeza de un niño: “¡Alá es grande!”).
Al conocer la noticia, la madre de Nastya M. se desmayó y fue trasladada en una ambulancia a un hospital de la capital rusa. El padre ha sufrido un colapso nervioso.
Guiulchejra Bobokulova, de 38 años y originaria de Uzbekistán, y vestida con un burka negro, salió a recorrer las calles con la cabeza de su hija en las manos. La pequeña, de tan sólo 4 años, fue decapitada por la chalada musulmana, y la casa en la que vivía fue incendiada. Según las autoridades, la mujer era su niñera.
LOS DETALLES
Los testigos afirmaron que la asesina estaba muy excitada y gritaba de manera eufórica en las inmediaciones de la estación de metro Oktyabrskoye Pole. «Alá es grande, Alá es grande», repetía como en trance.
Además, amenazó con inmolarse cuando, horrorizadas, las personas que pasaban por el lugar intentaron avisar a la policía.
Antes de ser detenida logró transmitir su proclama:
«No me gusta la democracia, soy una terrorista, los quiero ver a todos muertos. Soy una suicida, tengo bombas, moriré».
Según detalló la policía, mató a la niña a causa de la infidelidad de su marido. Los investigadores ordenaron de inmediato una prueba psiquiátrica de la mujer, en un intento de comprender sus motivos.
La niñera aguardó a que los padres de la menor abandonaran el hogar con la hermana mayor de la niña para luego cometer el crimen e incendiar la vivienda. La madre de la menor asesinada debió ser hospitalizada tras sufrir una descompensación al conocer la macabra noticia.
