DEPRAVACIÓN, DROGAS, TORTURA Y MUERTE EN 'EL BRONX' DE BOGOTÁ

El enano que tenía sexo con menores travestidos en la ‘caldera del diablo’

Más de 2.000 policías, con la colaboración del Ejército, han reconquistado la "república independiente del crimen"

El enano que tenía sexo con menores travestidos en la 'caldera del diablo'

Encontraron a un policía que había sido emparedado vivo

Olor a muerte entre las ratas. Restos de bazuco mezclado con huesos de vaca o ladrillo, ecos de mafias, lúgubres bares, casas de juego, alquiler de armas, secuestros, asesinatos, prostitución de adultos y menores, venta de riñones. Tres calles con algo más de 9.000 metros cuadrados, situadas a escasos 880 metros de distancia del centro del poder público de la capital colombiana: el Palacio de Justicia, el Capitolio y la Casa de Nariño.

Es el Bronx de Bogotá, el mayor supermercado de la droga y la depravación del país, donde su principal arteria (llamada la ‘L’), riega ya a duras penas con su podrida sangre las calles adyacentes, los ‘rumbeaderos’ clandestinos que durante casi dos décadas han dado diariamente cobijo a 3.000 personas de todos los estratos sociales.

Y es que el golpe policial asestado este sábado 28 de mayo de 2016 en el lugar ha sido demoledor. Más de 2.000 policías de distintas unidades y equipos de asalto con la colaboración del Ejército han reconquistado la zona, calificada por el alcalde de la ciudad, Enrique Peñalosa, como «una república independiente del crimen». Los vecinos los recibieron con cócteles molotov, disparos y orina que lanzaban con botellas desde las ventanas.

Las sorpresas durante el operativo, que han permitido poner a 136 menores bajo el cuidado del Instituto Colombiano de Bienestar Familiar, han sido de aúpa. Un policía encontrado encadenado y atado de pies, cuello y manos detrás de una falsa pared, es solo una de las macabras anécdotas, como la del perverso enano drogata…

El joven enano, en un círculo, tras ser capturado

De ella da cuenta ‘Semana‘. El tipejo, de 17 años, fue sorprendido en una sucia habitación junto a decenas de menores de edad. La primera impresión es que se trataba de un grupo de seis niñas de entre 14 y 17 años de edad.

Pero al observar detalladamente al grupo, los agentes se percataron de que se trataba de… ¡niños vestidos de mujer!. Entre ellos se agazapaba el mentado, de apenas un metro de estatura, tratando de pasar desapercibido.

Confesó que era asiduo visitante frecuente del Bronx. Llevaba varios días drogándose a destajo y manteniendo inacabables «fiestas sexuales» con los adolescentes.

Tras su interrogatorio seis de ellos quedaron bajo custodia del ICBF, y el jovencito bajito internado en un centro de acogida, a la espera de que algún familiar se haga cargo, cosa que de momento no ha sucedido…

Los testimonios de estos jóvenes son apenas la punta del iceberg de la degradación a la que fueron sometidos, en lo que ya se ha convertido la mítica ‘caldera del diablo’, la misma que aún echa humo con sus rescoldos. ¿Volverá a encenderse?

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