Se creen con todo el derecho del mundo a pegar, quemar o mutilar a los desventurados que osan perturbar su vida. Ejemplos tenemos muchos en esos lares…
El suceso que nos ocupa tiene como escenario a Lima, Perú, donde un pobre hombre acaba de robar el retrovisor de un camión, fechoría que al parecer ya había perpetrado antaño a decir de los comentarios del vídeo.
Los cazurros de turno le dejan en calzoncillos tras zurrarle de lo lindo, y afirman que ya le habían quemado una mano tras hacer lo propio, mientras se piensan qué hacer en esta ocasión.
Para ventura del ratero de tres al cuarto se ‘limitan’ a darle lo suyo con una correa, mientras tiembla de miedo temiéndose lo peor.
La llegada de la Policía pone fin a su tortura.