El nuevo ministro de Defensa, Pedro Morenés, se ha encontrado con el primer ‘regalo’ del anterior Gobierno socialista: la segunda fase del programa de Buques de Acción Marítima (BAM), iniciado en 2005 con el objetivo de sustituir buques con diversos cometidos que han agotado ya su vida útil.
Morenés ha encargado al jefe de Estado Mayor de la Defensa un estudio sobre las necesidades de las Fuerzas Armadas en el horizonte de 2025, con «especial énfasis en aquéllas relacionadas con los retos de España como nación y con los compromisos derivados de nuestra participación en organizaciones multinacionales».
Pero lo que realmente inquieta en los astilleros gaditanos es que en lo que se refiere a recursos materiales, Pedro Morenés subrayó su intención de «replanificar el gasto a medio y largo plazo en permanente diálogo con los ministerios de Hacienda y Administraciones Públicas y de Industria, además de prestar apoyo institucional a la industria nacional para contribuir a su internacionalización y con ello ayudar al objetivo del Gobierno de creación de empleo y lucha contra el paro».
En otras palabras, que Defensa seguirá siendo el principal cliente de Navantia, dada la crisis internacional y la caída de los pedidos navales. Y es que la actual candidata a la secretaría general del PSOE, Carme Chacón, no hizo los deberes en el programa de los BAM. Y mucho menos Zapatero aunque, en honor a la verdad, lo explicaron claramente en el consejo de ministros que celebraron en julio del pasado año.
Entonces, Chacón anunció que habían «autorizado» la contratación de un nuevo programa de buques de acción marítima (BAM) que prevé la construcción de cinco nuevos buques: tres en versión patrullero (BAM-P), similares a los de la primera serie en proceso de construcción; un cuarto para misiones de salvamento y rescate (BAM-SR), para salvamento en general, apoyo al rescate de submarinos u otros buques o artefactos hundidos, y apoyo a buceadores, y el último se configurará para labores de investigación oceanográfica (BAM-IO), para operar en aguas polares árticas y antárticas, con capacidad para dar apoyo a las bases antárticas».
Pero la clave estaba en que el programa se enmarca en el ámbito de colaboración establecido entre los Ministerios de Defensa y de Industria, Turismo y Comercio para impulsar la modernización de las Fuerzas Armadas, y cuenta con un presupuesto máximo de 740 millones de euros.
En ‘colaboración’ con otros departamentos
La espinosa cuestión de la financiación del programa se explicó pero poco más. Chacón informó que el programa prevé la «colaboración del Ministerio de Defensa con otros departamentos, en especial con el Ministerio de Ciencia e Innovación y con el Ministerio de Cultura.
Así, aunque los BAM-P se construirán con cargo a los presupuestos del Ministerio de Defensa, la contratación del BAM-IO estará condicionada a la previa consecución de los convenios de colaboración y coparticipación en los costes que el Ministerio de Ciencia e Innovación, beneficiario de su uso, alcance con el Ministerio de Defensa. En relación con el BAM-SR, antes de su contratación, se negociará un convenio de colaboración con el Ministerio de Cultura para su participación en los costes». Todo quedó pendiente, obviamente, y así lo ha encontrado ahora el Ejecutivo de Mariano Rajoy y su ministro, Pedro Morenés.
Lo sorprendente es que los diputados socialistas gaditanos Manuel Chaves (ex vicepresidente del Gobierno) y la gaditana Mamen Sánchez, que asistieron ayer en el Congreso a la comparecencia del ministro de Defensa, criticaron que no hubo «ni una sola mención» acerca de los planes del Gobierno para la segunda fase de los Buques de Acción Marítima (BAM).
Los dos diputados sostienen que se alcanzó un compromiso entre PSOE Y PP «en la etapa de traspaso de poderes tras las elecciones del 20 de noviembre, QUE incluía que la adjudicación definitiva iba a hacerse, ya en esta nueva etapa, a la mayor brevedad posible».
Los diputados socialistas gaditanos aseguran que «la segunda fase de los BAM es un tema de gran importancia tanto para la Armada como para nuestros astilleros, y no es comprensible que el ministro lo haya obviado en su primera comparecencia. Y no lo es tanto por el papel que deben desempeñar para la defensa nacional como por su dimensión de carga de trabajo para los astilleros públicos de Navantia».
Por este motivo, los diputados socialistas gaditanos han solicitado al nuevo Ejecutivo del PP información por escrito sobre este programa. En concreto, Manuel Chaves y Mamen Sánchez han interrogado al Gobierno acerca de cuándo tiene previsto firmar la orden de ejecución de la segunda fase de los Buques de Acción Marítima; si el Ministerio de Defensa tiene prevista alguna modificación sobre el programa de la segunda fase de los BAM; y si el programa de los nuevos buques va a tener prioridad en los planes del Ministerio de Defensa.
Escudo antimisiles
Los diputados socialistas gaditanos integrantes de la Comisión de Defensa del Congreso han mostrado igualmente su sorpresa por el hecho de que el ministro tampoco se haya referido durante su intervención al sistema de escudo antimisiles que la OTAN prevé instalar en la Base de Rota. De hecho, el ministro sólo ha aludido sucintamente a él, ya en el turno de réplica, para decir que se trata de un compromiso del anterior Gobierno que el actual Ejecutivo tiene voluntad de respetar.
Sin embargo, la falta de concreción del titular de Defensa ha llevado a los diputados socialistas gaditanos a presentar una pregunta más, concretamente sobre si el nuevo Gobierno está desarrollando algún tipo de contacto o de negociación con la OTAN con vistas a la instalación de este dispositivo que ha de tener su centro de operaciones en la Base Naval de Rota.
Manuel Chaves y Mamen Sánchez han mostrado su extrañeza por la casi nula alusión a la provincia por parte del ministro, en un ámbito en el que Cádiz cuenta con importantes peculiaridades que la hacen un territorio especialmente sensible a estos asuntos; y han hecho pública su preocupación por el anuncio del propio ministro de que ha dado instrucciones al secretario de Estado de Defensa para que se revisen todos los programas dependientes de ese departamento y que en función de esa revisión puedan establecerse las previsiones de gasto, un extremo sobre el que Pedro Morenés ha pasado de puntillas y que, de afectar a proyectos vinculados a la provincia, podría tener consecuencias muy negativas en nuestro entorno inmediato.
El objetivo de los BAM es sustituir, en el cumplimiento de sus misiones, a un conjunto de patrulleros de tamaños y características muy heterogéneas, que están próximos a finalizar su vida útil, por una Fuerza de Acción Marítima Oceánica diseñada a partir de una plataforma fiable, de bajo coste de sostenimiento, plantilla reducida, alto grado de automatización y con una gran capacidad de permanencia en la mar.
Los buques tipo Oceánico, con una eslora de 94 m y un desplazamiento aproximado de 2500 T, sustituirán a los patrulleros de la clase «Barceló», «Anaga», «Conejera», «Toralla» y «Descubierta» y entre sus misiones se incluyen las de patrulla, protección de la zona económica exclusiva así como apoyo y auxilio a intervenciones en terceros países. Irán ligeramente armados, tendrán capacidad de rescate y asistencia a catástrofes, medios hospitalarios, transporte de materiales, lucha contra la polución marina y dispondrán de una plataforma para helicóptero. Estarán construidos con estándares civiles excepto en determinados aspectos en los que se utilizarían estándares militares.