El dispositivo acabó captando cómo la asesinaba Miguel Folgoso, un cliente obsesionado
La abogada granadina Rosa Cobo, de 51 años, nunca pudo imaginar que la cámara que hizo instalar en su garaje grabaría su propia muerte.
Lo que probablemente sí intuyó es que las encontradizas miradas de su cliente, el policía local de Granada Miguel Folgoso Olmo, no eran de esas que luego quedan en nada. Y sus temores se consumaron el pasado 20 de septiembre.
Obsesionado con ella porque creía que se había vendido en favor de su exesposa en el proceso de divorcio que el matrimonio mantenía, el policía decidió acabar con la vida de la letrada.
Un vídeo al que ha tenido acceso José Antonio Hernández y que detalla en ‘El País’ muestra su muerte a manos del agente granadino, que se hallaba en excedencia en la Policía Local.
Y desmiente la versión de Miguel Folgoso a la juez, tras su detención al día siguiente cerca de Guadix, a 59 kilómetros de la capital.
Fue hallado por la Guardia Civil dentro de un coche, con espuma en la boca y 150 gramos de pastillas tranquilizantes en su estómago. Había intentado suicidarse.
El agente local, de 32 años, declaró ante la juez, tras recuperarse del intento de suicidio, que aquella noche su intención no era matar a “doña Rosa”, su abogada en el tortuoso proceso judicial que mantenía con su exmujer (tenían una hija de cinco meses).
Se obcecó con la idea de que su letrada se había vendido y era la culpable de que no pudiera ver a su hija.
La realidad es que la mató, propinandole más de 40 tremendos golpes con una porra en cabeza y torx, la metió en el capó del coche y prendió fuego al vehículo.