Sindicatos y Gobierno difieren, sensiblemente, sobre la cifra final de participación en las manifestaciones contra la reforma laboral en Andalucía.
La Delegada del Gobierno en Andalucía, Carmen Crespo Díaz, tras valorar «la tranquilidad» con la que se han desarrollado las manifestaciones realizadas por las organizaciones sindicales en las ocho provincias andaluzas, ya que «no se han producido incidentes destacables en ninguna de ellas», asegura que han sido un total de 46.500 personas los participantes en dicha jornada.
Por provincias, Almería, al igual que Cádiz, congregaron a 4.000 personas, Córdoba a 5.000, Granada a 10.000, Huelva a 2.500, Jaén a 1.500 asistentes, mientras que Málaga y Sevilla han contado con 4.500 y 15.000 personas respectivamente, según la Delegación del Gobierno en Andalucía, que viene adoptando un papel muy beligerante contra el PSOE y la Junta.
UGT no está de acuerdo con la delegada y asegura que «un total de más de 160.000 personas han mostrado su indignación por la política del Ejecutivo este domingo en las calles de las capitales andaluzas. En concreto, 10.000 en Almería, 5.000 en Cádiz, 20.000 en Córdoba. 20.000 en Granada, 5.000 en Jaén, 35.000 en Málaga, 15.000 en Huelva y 50.000 en Sevilla».
Por su parte, Carmen Crespo, delegada del Gobierno, entendiendo que ha sido respetado el servicio a la democracia y el derecho a la protesta, apela «a la unidad y al diálogo» para resolver lo que es la gran preocupación de España con tasas de paro del 54% en jóvenes o el 33% en desempleo femenino.
Crespo ha incidido, advirtiendo que respeta «las protestas y el derecho a movilización de los sindicatos, «en la necesidad de respaldar una Reforma Laboral que es especialmente imprescindible y urgente en el caso de Andalucía, que se sitúa en cabeza del desempleo en Europa, con 1,2 millones de parados», según la última Encuesta de Población Activa (EPA).
Por su parte, el secretario general de la UGT, Manuel Pastrana, se toma con ironía, en su blog, la reacción del PP:
Mirad cómo se han puesto apenas hemos convocado las primeras protestas. Se han puesto como locos a buscarnos las cosquillas por mil flancos y con todas las baterías políticas, económicas y mediáticas apuntándonos. ¿Qué no serán capaces de hacer cuando se vayan dando cuenta de la que le vamos a ir montando a partir de ahora? ¿Qué harán cuando se convenzan de que no vamos a rendirnos? Ahí los quiero ver.
La delegada del Gobierno, Carmen Crespo, resalta, por su lado, que esta reforma laboral tiene como objetivo «propiciar la recuperación económica y volver a la senda del crecimiento y del empleo».
De hecho, «ésta es una reforma encaminada a proteger a los más débiles, que son los más de cinco millones de desempleados en España, especialmente a los jóvenes y a los parados de larga duración».
El objetivo, ha explicado, es «frenar la sangría de destrucción de empleo y sentar las bases para crear trabajo estable cuanto antes».
Carmen Crespo, también, ha negado rotundamente que esta reforma prime los intereses empresariales frente a los de los trabajadores.
«El Gobierno respeta los puntos de acuerdo alcanzados por los agentes sociales en sus negociaciones y legisla en los puntos de desacuerdo». Aún así, «considera fundamental el diálogo social, que propiciará durante toda la legislatura».