Ellos han dado su opinión y hay otros cristianos que opinan de otra manera
Las críticas de Rubalcaba contra la Iglesia, que acentuó en el 38 Congreso Federal del PSOE celebrado en Sevilla, han cundido en la familia socialista. El presidente de la Junta y candidato a la reelección por el PSOE-A en las elecciones del 25 de marzo, José Antonio Griñán, ha manifestado este jueves 1 de marzo de 2012 que él conoce a muchos cristianos de base que opinan en una «dirección contraria» a la de los obispos de las diócesis de Andalucía. «Hay otros cristianos, cristianos de base, que opinan de otra manera. Ellos tienen su doctrina y yo les respeto aunque no lo comparta».
Con motivo de las elecciones convocadas en la comunidad autónoma para el próximo día 25 de marzo, los Obispos de las diócesis de Andalucía han emitido un comunicado, difundido en los medios de comunicación y todas las parroquias, en el que -en un tono menos agrio que el usado por Griñán y Rubalcaba- que pone el acento en que no se olvide que «a la hora de emitir el voto, sólo se hace posible la edificación de una sociedad más justa y pacífica actuando con inteligencia, libertad y responsabilidad».
Horas antes de las declaraciones de Griñán, hechas en Oviedo con motivo del Consejo Territorial del PSOE, Rubalcaba afirmó que »El PP se manifestaba con la Conferencia Episcopal y nosotros lo hacemos con los sindicatos, cada oveja con su pareja».
«Ellos han dado su opinión y hay otros cristianos que opinan de otra manera», indicó José Antonio Griñán. El presidente de la Junta y candidato socialista agregó que los obispos tienen su doctrina y explican lo que quieren decir, y que él lo respeta, aunque no lo comparta, al tiempo que se ha mostrado convencido de que la gente vota «por política más que por religión».
El coordinador general de IULV-CA, Diego Valderas, consideró por su parte que los obispos de la diócesis de Andalucía «vuelven a las andadas desde sus púlpitos» al ir contra los derechos adquiridos por la mayoría social, después de que hayan emitido una nota titulada ‘Ante las Elecciones al Parlamento Andaluz’ en la que piden, como «orientaciones» generales a los católicos que se «rechace el aborto y la eutanasia» y se defienda el matrimonio como «unión estable de un varón y una mujer» a la hora de ejercer el voto en los comicios autonómicos del próximo 25 de marzo.
En rueda de prensa, en la que ha estado acompañado por el secretario de Organización de IULV-CA, José Luis Pérez Tapias, Valderas ha asegurado que el 90 por ciento de los obispos son del PP, mientras que el diez por ciento restante pertenecen a cristianos de base, cristianos por el socialismo o a curas obreros, «que son más de Izquierda Unida».
El líder de IULV-CA ha pedido a la sociedad que no se deje llevar por las recomendaciones de los obispos, ya que, en su opinión, «no van por el camino acertado». Si bien, en lo que se refiere a que los obispos se muestren en contra de «la mentalidad tan extendida del derecho a la dádiva y de la subvención», Valderas ha destacado que la Iglesia es una de las organizaciones «más subvencionadas».
«Vive de los Presupuestos Generales del Estado y de los impuestos de los ciudadanos», ha destacado el coordinador general de IULV-CA, quien ha apuntado que, ante estos «privilegios», los obispos deberían ser «un poco más medidos» en sus declaraciones. «No se puede atacar e irse de rositas», ha manifestado Valderas, quien ha indicado que ojalá los obispos trabajaran tanto como algunos trabajadores, especialmente los mineros o los jornaleros del campo.
En esta misma línea, Pérez Tapias ha mencionado una cita evangélica que dice «no se puede servir a Dios y al dinero». Seguidamente, ha pedido a los obispos que reflexionen durante la campaña electoral sobre la misma «porque ambas cosas son incompatibles».
Obispos del sur
En su nota, los obispos de las diócesis de Andalucía llaman la atención sobre «la importancia de participar responsablemente» en las elecciones andaluzas porque «esa participación se cumple el deber moral que todo ciudadano tiene en la búsqueda y afianzamiento del bien común de la sociedad en todo momento, pero particularmente en las situaciones de especial dificultad como ahora sucede. La delicada situación en la que vivimos, a causa de la crisis, que es de significado y de sentido de la vida, además de ser una crisis económica y financiera, exige de todos, electores y elegidos, una gran altura de miras más allá de los intereses de partido, sin escatimar esfuerzos que abran un camino de progreso y esperanza para las nuevas generaciones».
Al ofrecer estas orientaciones, «en cumplimiento de nuestro deber como pastores del pueblo de Dios»,dicen los obispos, resaltan que quieren «prestar un servicio a los católicos y a cuantos quieran escucharnos, sin otra pretensión que ofrecer elementos morales de juicio a la hora de decidir el voto, del cual depende la consecución del bien común de la sociedad, fundado en los derechos fundamentales de las personas y grupos sociales».
Según los obispos, «la importancia de la acción política, que debe estar orientada al establecimiento posible del progreso moral y del bienestar de la sociedad, permite esperar de los elegidos la competencia que requieren las actuales circunstancias; así como un alto sentido del deber en el ejercicio del poder político, que sólo puede desempeñarse con responsabilidad ética. Competencia y responsabilidad moral son factores que generan la necesaria confianza de los ciudadanos en quienes han de desempeñar las funciones de gobierno».
En la nota se destacan los aspectos que deben tener en cuenta los cristianos a la hora de emitir su voto en Andalucía el 25M:
1. El derecho inviolable a la vida humana. Es necesario discernir en los programas de los partidos la garantía del derecho a la vida humana desde su concepción hasta su muerte natural. Esto significa el rechazo al aborto, a la eutanasia, y al abandono de los ancianos, sin olvidar el apoyo a las mujeres que viven la espera de un hijo en situaciones difíciles.
2. La necesaria protección legal y económica del matrimonio como institución social, fundado en la unión estable de un varón y una mujer, y de la familia como ámbito natural de la crianza y educación de los hijos. Esto supone la promoción del trabajo y de la vivienda, así como la puesta en práctica de un programa de inserción laboral de los jóvenes en la sociedad, de especial urgencia en la situación social actual de crisis económica.
3. La tutela del derecho general a la educación, realizada al amparo legal de la libertad de enseñanza; y del derecho a la educación religiosa según las propias convicciones morales y religiosas de los padres, prevista en la Constitución. Hoy es particularmente necesario promover una educación que valore el aprendizaje y la formación humana mediante el esfuerzo y la disciplina, que promueva la búsqueda y el conocimiento de la verdad, así como los valores morales en los que se funda una vida honrada y la convivencia pacífica, y las virtudes que la hacen posible.
4. La defensa y la ayuda a los sectores más débiles de nuestra sociedad, entre los que se encuentran quienes carecen de trabajo, los jóvenes y los emigrantes. Urge promover las condiciones que hagan posible la productividad, la creación de nuevos puestos de trabajo sin soslayar el sentido de la justicia y de la solidaridad en la contratación laboral. Del mismo modo, es urgente la promoción de una opinión pública y una legislación respetuosa con la dignidad de los emigrantes.
5. El momento histórico nos pide a todos construir una vida social más justa y pacífica. Frente a la mentalidad tan extendida del derecho a la dádiva y de la subvención, se hace necesario promover la estima del trabajo y del sacrificio como medio justo decrecimiento personal y colectivo para el logro del bienestar. Frente a la corrupción y la mentira, urge promover la honradez, el respeto a la ley y la fidelidad a la palabra dada. Frente al consumismo desmedido, es preciso potenciar el sentido de la realidad y de la austeridad. Frente a la fragmentación y confrontación social, se ha de promover el valor humano y social de la reconciliación, el diálogo y la amistad entre las personas, aun cuando no compartan la misma concepción del ordenamiento social.
6. Finalmente, no podemos olvidar que a la hora de emitir el voto, sólo se hace posible la edificación de una sociedad más justa y pacífica actuando con inteligencia, libertad y responsabilidad.
En nuestra oración a Dios, nuestro Señor, encomendamos a todas nuestras familias y comunidades eclesiales que eleven preces al Señor, para que las próximas elecciones contribuyan al bien de nuestra sociedad, fundado en la verdad, la justicia, la libertad y la paz. Así lo pedimos cada día invocando a la Virgen María, Reina de la Paz.